Poco descubrimos de nuevo si afirmamos que los colores son una de las bases de la decoración, pero hay que reconocer que en los últimos años la importancia de las tonalidades en la decoración de interiores cada vez va ganando más peso.
A nadie se le escapa que los colores son imprescindibles en infinidad de aspectos de nuestra vida (elegir ropa, comprar objetos, coches…), así que, ¿cómo no iban a ser importantes y fundamentales en el diseño y la decoración de interiores?
El año pasado ya vimos cómo asomaba a nuestros hogares una paleta de colores pastel totalmente renovada, que poco o nada tiene que ver con el aspecto cursi con el que hemos relacionado tradicionalmente estas tonalidades.
No es fácil elegir un color u otro, ya que no solo hay que encontrar una conexión perfecta entre tonos, sino que también transmiten sensaciones. La realidad que se ha demostrado con el paso de los años es que los colores pastel crean un ambiente relajado y lleno de tranquilidad en cualquier espacio, algo que cada vez está más buscado y solicitado.
Los colores pastel son una familia que se encuentra entre los primarios y secundarios. Para crear un tono pastel, se mezcla el color con blanco. El resultado: un color suave y delicado con una saturación media.
Está demostrado que las habitaciones decoradas en tonos pastel ayudan a liberar estrés al mismo tiempo que dan un aporte extra de calidez y armonía al hogar. En muchos países nórdicos, estos colores son muy populares y utilizados de forma constante.
Pues bien, parece que durante todo este 2024 (y ya pasó también en 2023) van a ser los denominados como colores de moda. Esos que todos quieren tener en sus casas, en sus habitaciones y en sus elementos decorativos.
¿Cuáles son los colores pastel de este 2024?
Rosa
A pesar de que 2023 se llenó de un apabullante rosa Barbie, esa tonalidad pasará a un segundo plano y el rosa pastel será uno de los grandes protagonistas. Este color tan delicado combina muy bien con los naranjas y el azul turquesa. Un color que se adapta muy bien a diferentes estilos y multitud de espacios.
Lo cierto es que el rosa pastel pega estupendamente con todo. Podría considerarse un color comodín. La manera más sencilla de mezclarlo es con los tonos más claros. Sin estridencias, de forma ultranatural, creando espacios luminosos, frescos y juveniles.
Si lo emparejamos con blancos, arenas, maderas claras o grises perlas, se puede conseguir un ambiente relajante y lleno de armonía. La razón es sencilla: todos ellos son colores cálidos cercanos al rosa en el círculo cromático.
El rosa pastel también combina a la perfección con los grises oscuros o el negro. Son colores neutros que hacen un gran contraste.
El azul cielo
El tono más pastel del azul es uno de los colores de 2024. Tranquilo y sereno, transmite un anhelo de expansión donde se puede percibir el exterior, el aire libre… y los nuevos comienzos. Este tono refrescante se utiliza en una amplia variedad de estilos y diseños. Un tono delicado que armoniza perfectamente con el gris.
Te puede parecer un color algo ñoño que, junto con el rosa, nos retrotrae a las habitaciones infantiles. Sin embargo, bien usado, tiene la fuerza y la personalidad de las tonalidades más intensas.
Las paredes azul cielo se pueden combinar con unas cortinas con motivos geométricos en tonos eléctricos.
El verde salvia
Recurriendo a la teoría del color, el verde refleja esperanza, satisfacción, vitalidad y naturaleza. Siempre rasgos positivos. Por eso, es habitual encontrar el verde en numerosos lugares que deben vincularse al bienestar.
El color salvia entra dentro de esta gama cromática y, por tanto, también desprende relajación y calma, por lo que es adecuado para lugares como el baño, el dormitorio o el salón, donde buscamos precisamente eso.
Junto con colores claros, el efecto es muy natural, de hecho el blanco y el verde salvia equilibran bastante la atmósfera de la habitación decorada; aportan frescura y renovación. Una de las combinaciones que está arrasando esta temporada es el beige y el verde salvia en materiales como el lino, la rafia, el cuero o la madera.
Verde menta
Verde… pero no. Este color pastel se caracteriza por tener un trasfondo azul. Cuando se aplica en paredes (sobre todo en dormitorios y en el salón), aporta a los espacios frescura, versatilidad y toques modernos.
Ha alcanzado una gran popularidad entre todo tipo de hogares, lo que le ha convertido en un verdadero top ten. A su favor tiene que el verde menta es un color de tonalidad que admite muchas posibilidades de combinación con otros colores complementarios, diferentes materiales y acabados.
Una combinación que triunfa es con el blanco o el gris, junto con elementos de decoración dorados o de tonalidades terrosas donde incluso el malva, los terracota o los suaves tonos rosáceos tendrían cabida.
Albaricoque
El color anaranjado tan característico de esta fruta se lo concede su alto contenido de beta-caroteno o provitamina, con una fuerte acción antioxidante. Este color, aplicado a las superficies y los tejidos resulta muy agradable a la vista, suave, y produce un efecto optimista y sedante.
Es un color delicado y elegante, combina bien en una sala de estar que quiere ser acogedora, caracterizada por un banco de madera o adornada con un sofá de cuero vintage.
Su fama como color antiestrés lo precede y hace de él uno de los preferidos para la zona de dormir, adecuado para facilitar el descanso y también para relajarte cuando pasas mucho tiempo en la habitación, para leer o meditar. Es un tono que no cansa y que combina especialmente bien con los tonos marfil, crema, madera, verde, pistacho y con tonos marrones chocolate.
Amarillo
El amarillo nos teletransporta directamente al verano, sobre todo porque lo identificamos rápidamente con el sol. En la realidad de la decoración se trata de un color relajado, sutil y fácil de combinar, que se puede introducir en prácticamente cualquier estancia de la casa y crear con él un ambiente entrañable, acogedor y limpio.
Poco más se le puede pedir a un color. Una de sus grandes ventajas es que se trata de un color que transmite muchísima calma, por lo que se puede incorporar en grandes superficies de casa, a diferencia del amarillo vibrante, que es mejor introducirlo en la decoración a través de los complementos o simples detalles.
Esta calma que transmite permite contar con él para paredes, colchas... Y demás superficies y complementos grandes que destaquen a un simple vistazo de la estancia.
¿Y por qué apostar por los tonos pastel?
Gracias a su versatilidad y a sus efectos beneficiosos sobre la salud, los tonos pastel han ido ganando popularidad con el paso de los años. En los años 50 fueron los reyes de las casas, posteriormente cayeron en desuso por considerarse algo ñoños y ahora vuelven por la puerta grande. Son capaces por ellos mismos de ayudar a generar y crear un ambiente relajante y acogedor. Son especialmente buscados por los siguientes motivos:
* Son atemporales y versátiles: no son de esas tendencias que se quedan obsoletas apenas han pasado unos años. Estos tonos son atemporales y se pueden usar para diferentes estilos de decoración: minimalista, vintage, rústico o algo más contemporáneo…
* Dan sensación de amplitud en los espacios: los tonos pastel pueden hacer que los espacios del hogar parezcan más amplios y abiertos.
* Quedan bien en espacios muy diferentes: se pueden aplicar en la cocina, en el salón, en los dormitorios e incluso en el baño. Pero si no queremos empacharnos se puede escoger para los detalles: pequeños electrodomésticos , textiles y accesorios decorativos.