Leire Fernández, la trail runner donostiarra más viral: “Si fuera fácil se llamaría pádel”@gr.leire
Si todavía no sigues a @gr.leire o @labecariadeltrail, ponte las zapatillas: Leire Fernández Abete no es una corredora de montaña cualquiera, sino una auténtica fuerza de la naturaleza. Sube las cuestas más brutales corriendo, baja entre rocas, salta charcos de barro… y lo hace siempre con una sonrisa, toneladas de humor y cero postureo.
Detrás de ese apodo se esconde esta donostiarra que, entre otras victorias, ostenta el título de campeona de España de carreras de montaña. Aun así, ella insiste en llamarse “becaria del deporte” porque, según dice, todavía le queda mucho por aprender. Espóiler: de becaria tiene poco; todo lo que se propone, lo gana. Y no solo corre: la verás en la bici, en la piscina o en el gimnasio. Si hay sudor de por medio, allí está Leire.
Pero lo de Leire en redes no es solo correr; es mantener un perfil fresco dentro del universo deportivo. Sube vídeos espontáneos, sin florituras, donde simplemente muestra lo que le gusta y lo hace con una sonrisa y toda su vitalidad. Eso es lo que quiere reflejar en cada publicación. Algunos vídeos son más estéticos, en otros enseña su rutina de gimnasio y en otros, simplemente, bromea: con su familia, sola… lo que toque. Los acompaña con pies de foto divertidos, llenos de buen rollo y rematados con su ya mítico “¡guau guau!”, su grito de guerra para demostrar que se puede competir al máximo nivel sin perder la naturalidad.
Fiel compañero. Junto a sus perros compite en diversas carreras, demostrando una conexión única.
Leire es, literalmente, carne de meme: Pero fue después de cruzar la meta en una carrera, aún con el dorsal sudando barro, cuando se graduó como meme oficial del trail. Una reportera quiso remarcar lo duro de la prueba y ella, sin despeinarse, soltó la sentencia que hoy ya es historia: “Claro que es duro; si fuese fácil se llamaría pádel. Soy trail runner, ¿a qué quieres que te gane?”. BOOM. La frase voló más rápido que ella en las bajadas. TikTok, Twitter, Instagram… todo explotó en segundos. Y, como en toda buena viralidad, aparecieron los “ofendiditos” indignados por comparar su deporte con el pádel. ¿La reacción de Leire? Reírse aún más fuerte: recopiló los comentarios, los puso en una historia destacada y respondió con vídeos que mezclan zascas y carcajadas en dosis perfectas.
PERFIL DIGITAL
Cuentas. Tiene dos cuentas de Instagram, y cada una muestra una faceta distinta, pero auténtica. En @gr.leire (147.000 seguidores) comparte entrenamientos, carreras, victorias y ese día a día de pura fuerza y disciplina que la ha llevado a lo más alto. Es su perfil más “pro”, pero sin perder su esencia. Y en @labecariadeltrail (20.200 seguidores) se suelta la coleta y nos deja ver su lado más gamberro. Aquí hay memes, risas, vídeos caseros, y ese humor tan suyo.
Viral. No es la primera vez que es viral. El verano pasado reventó las redes con un vídeo en el que su madre le echaba la bronca por haberse quemado al sol. Leire, en su línea, respondía: “No estoy quemada, estoy crujiente”. Mientras ella se reía, la madre, desesperada, acababa regañando también al padre.
Para rematar la jugada, mandó imprimir camisetas con el lema, y las sorteó entre sus seguidores. Incluso acabó como protagonista en una de las secciones del programa de radio Cuerpos Especiales, donde la presentadora, Eva Soriano, le dio la razón entre risas. Desde entonces, su frase se ha convertido en mantra de guerra del trail running: suena en la línea de salida, la llevan bordada en las mochilas y la repiten, a media subida, cuando las piernas piden clemencia. Porque, aceptémoslo… si fuese fácil, se llamaría pádel.
Se ha proclamado campeona de España de carreras de montaña y ha conseguido el primer puesto en numerosas competiciones.
Leire nunca corre sola. Sus padres, sus fans número uno, la acompañan a casi todas las pruebas y a menudo se cuelan en sus vídeos. Y cuando no pisa el monte sobre dos piernas, lo hace sobre seis: sus perros forman parte de la aventura, tirando de la correa y compartiendo kilómetros (y lametones) con su humana favorita.