Hoy ha sido un día importante para Daniel Sancho, que comparecía ante la justicia tailandesa. El cocinero llevaba tres meses en prisión preventiva en la cárcel de Koh Samui, después de confesar el asesinato y descuartizamiento del cirujano Edwin Arrieta. Desde ese momento, su padre, Rodolfo Sancho, ha buscado la mejor defensa posible para su hijo.

Durante la investigación de la policía tailandesa encontró pruebas del crimen cometido por Daniel Sancho: la víctima fue hallada en bolsas de basura. Semanas más tarde, la Fiscalía elaboró el informe final que acusaba a Sancho de asesinato premeditado, ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena. En el día de hoy, instantes antes de comenzar el juicio, Rodolfo Sancho ha entrado por la puerta de la Corte para mostrar su apoyo al chef, tal y como ha hecho en estos meses- Ante los medios de comunicación, ha comentado cómo se encuentra: “Muy bien, gracias, muy bien”.

Asimismo, el actor ha afirmado que se enfrentaba a este día con “ganas”, porque, en esta fase crucial del proceso judicial, la defensa de Daniel Sancho está muy segura de su estrategia. En palabras de Rodolfo Sancho, y preguntado por cómo se desarrolló el asesinato de Edwin Arrieta, ha dejado muy claro que “por supuesto” que no hubo premeditación. Más tarde, y ante la insistencia de la prensa en la puerta del juzgado, el padre del cocinero se ha mostrado contundente: “Si no, no hubiese habido pelea, ¿no? Mira las leyes”. A su salida, el actor ha intentado evitar a los reporteros de forma directa: “Si tú lo sabes todo, macho”. Durante la comparecencia de Daniel Sancho ante la justicia del país asiático, Daniel ha negado dos de las tres acusaciones: la de asesinato con premeditación y la de destrucción de documentación ajena. 

El juicio de Daniel Sancho

Después de que el juez leyese los cargos que se le atribuían al joven, Daniel Sancho ha negado que hubiera sido con premeditación. Este detalle puede ser clave en el proceso y podría cambiar el transcurso del juicio. Hace unos meses, las autoridades tailandesas aseguraron que la única posibilidad que tenía el chef de evitar la pena de muerte era confesar todo lo ocurrido.

En el juzgado, el chef ha explicado que la muerte de Edwin Arrieta se dio tras una pelea. Según lo que este ha relatado, se concluye que el único cargo que habría aceptado sería el de ocultación del cadáver. Por lo tanto, ha admito haber descuartizado al cirujano y haber esparcido su cuerpo.