Daniel Sancho sigue en prisión preventiva en Koh Samui, esperando a conocer la fecha de su juicio por el presunto asesinato de Edwin Arrieta. Aunque tanto su familia como su equipo jurídico pelean por su inocencia, parece que el chef recibirá la pena máxima. En mitad de todo este revuelo, sus padres, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, intentan evitarlo por todos los medios. Respecto a esta última, lleva semanas sin dar señales de vida, sin dejar pistas sobre su paradero.

Rodolfo Sancho permaneció una semana en el país asiático acompañado de sus abogados, donde aprovecho su viaje para agilizar trámites fiscales y despedir al jurista tailandés que defendía a su hijo. Después, puso rumbo a Fuerteventura para desconectar de la polémica. En cuanto a Silvia Bronchalo lleva desde mediados del pasado mes de agosto en un hotel de Koh Samui, el mismo en el que se hospedó para visitar a Daniel. Un lugar del que apenas ha salido, siendo muy pocas las veces que ha sido vista en la calle, principalmente por cuestiones relacionadas con la libertad del cocinero.

Aun así, hace un tiempo que no se sabe nada de su actividad diaria, ni de sus futuros planes en Tailandia. Además, por lo que sea podido saber, ya no visita con tanta frecuencia a su hijo, que sigue en prisión. Al parecer, sus encuentros con Daniel Sancho eran bastante breves, en los que hablaba de temas ligados a su estancia en el centro penitenciario. Hace más de una semana que ha dejado de seguir este hábito, sin dejar muy claro dónde se encuentra ahora mismo

Extraños hábitos

Actualmente, no hay constancia de que Silvia Bronchalo haya abandonado el país asiático, y se cree que aún continúa en la isla donde está cumpliendo condena provisional su hijo. Por lo tanto, aún se desconoce el motivo por el que se halla recluida en el hotel, porque siempre ha sido fiel a los vis a vis de del chef, a los que no faltaba, para informarse sobre su estado. Pero no hay movimiento en el hotel que indique que permanezca ahí, a pocos minutos de la prisión, pero tampoco de que lo haya dejado. Todo un misterio sin respuesta, que empieza a impacientar a los periodistas que siguen la última hora del caso en Tailandia.

En las últimas semanas, los encuentros que ha mantenido Silvia Bronchalo con los medios de comunicación han sido algo tensos, llegando a encararse con algún periodista e intentando dar la menor información posible sobre la situación de su hijo.