Cada vez queda menos para sentir los nervios por no saber qué cenar y a qué jugar en las dos últimas semanas del año. No se quiere ser repetitivo en la comida, ni se quiere aburrir jugando a los juegos de todos los años. Hay un abanico de opciones a las que recurrir para disfrutar en familia, pero se suele elegir siempre los mismos juegos por costumbre: bingo, Monopoly...
Reinvención del juego de la oca
Un juego tan sencillo en el que solamente se necesita un tablero, cuatro cubiletes de distintos colores con sus respectivas fichas y al menos un dado.
Su objetivo es ser el primero en llegar a la casilla central de la Gran Oca, saltando de posiciones, según la tirada de los dados y sometido a unas reglas de juego, establecidas por cada casilla.
El juego de la oca es un juego de mesa para dos o más jugadores. Cada jugador tira un dado y avanza su ficha (de acuerdo al número obtenido) por un tablero en forma de caracol con 63 casillas (o más) con diversos dibujos. Dependiendo de la casilla en la que se caiga, se puede avanzar o por el contrario retroceder, y en algunas de ellas está indicado un castigo o un premio.
En su turno cada jugador tira 1 o 2 dados (dependiendo de las distintas versiones) que le indican el número de casillas que debe avanzar. Gana el juego el primer jugador que llega a la casilla 63.
La invención de este juego es anterior al siglo XI, pero fue durante el reinado de emperador español Felipe II cuando alcanzo una verdadera eclosión como juego.
El mecenas italiano, Francisco de Médicis, regaló a Felipe II un Tablero y dados del juego. Así, los ociosos cortesanos y cortesanas empezaron a jugar con el que sería uno de los primeros juego de la oca para matar el aburrimiento.
En ese momento, Madrid era la capital del Imperio donde "no se ponía el Sol" y todos los gobernantes mundiales estaban mediatizados por las decisiones que se tomaban en Madrid, que influían en una rápida aceptación y difusión de los gustos y modas.
Jon Ander Resa, más conocido como ‘Disfrutómetro’, le da su toque y crea su juego de la oca en versión gastronómica. El día de su cumpleaños aprovechó para elaborar un tablero con una variedad de embutidos, quesos y panes, "formando un gran círculo delicioso".
Sus reglas son muy parecidas al del juego de la oca tradicional. En este también hay que tirar de los dados y moverse por las casillas, pero hay que tener cuidado (o no). Caer en la casilla de la serpiente obliga a volver a empezar, aunque como dice Resa, "muchos lo veían como excusa para comer más". La de la policía hace que se pierda un turno, la que tiene una sombrilla advierte que hay que retroceder y la de la oca indica que hay que avanzar y tirar el dado otra vez.
'Disfrutometro'
Jon Ander Resa, conocido en redes sociales como ‘Disfrutómetro’ (@disfrutometro), es un influencer gastronómico de Álava. Enfermero de profesión, es un enamorado de la cocina que descubre nuevas experiencias culinarias, concretamente en Vitoria y alrededores.
En su perfil de Instagram, donde tiene casi 30.000 seguidores, comparte valoraciones honestas sobre restaurantes y bares. Desde locales tradicionales hasta más innovadores, su contenido incluye reseñas bien detalladas y consejos para aprovechar al máximo las experiencias.