Enseñar a prevenir en salud sexual
Cruz Roja en Álava desarrolla desde hace más de una década talleres vinculados a la prevención y educación de infecciones de transmisión sexual y VIH; dirigidos a jóvenes, familias y colectivos vulnerables
Los últimos datos que dejan en Álava las infecciones de transmisión sexual (ITS) –según recoge el Sistema de Información Microbiológica de Euskadi y comparte Cruz Roja en Álava con este diario– reflejan un claro repunte en los casos de clamidia y gonorrea. Sin ir más lejos, en 2024, se diagnosticaron 2.348 casos de infección por chlamydia, 1.737 por gonocócica, así como otros 318 de sífilis, y 134 por VIH.
La mayoría se dieron en hombres, un 56,1% frente al 43,8% que hace referencia a la tasa femenina. Eso sí, los alaveses de entre 25 y 29 años constituyeron según esos datos un grupo especialmente vulnerable, representando el 44,8%.
Las infecciones sexuales crecen un 128% desde 2018 en Álava, hasta 654
Sin embargo, en este 2025, el “repunte de infecciones está siendo muchísimo mayor” en personas que tienen entre “30 y 50 años”. Así lo confirman la responsable de salud de Cruz Roja en Álava, Yaiza Palacios y la técnica en Perspectiva de Género e Igualdad, Verónica Delgado, quienes aseguran que en ese sector de edad “el uso de preservativos todavía se sigue viendo desde el concepto de no sentir placer”,
A la vista de esta información, y para tratar de frenar esa tendencia al alza, Cruz Roja en Álava desarrolla diferentes acciones dirigidas, especialmente a jóvenes y colectivos vulnerables, aunque sin descartar a las familias que así lo soliciten.
En primer lugar, se trabaja en la prevención y educación para la salud sexual a través de campañas informativas y talleres en los que se explica, de una forma clara y cercana, cómo se transmiten las ITS y, por ende, cómo se pueden prevenir. En este sentido, inciden en el uso de preservativos, en la importancia de realizar pruebas regulares , en un tratamiento adecuado así como en las prácticas sexuales seguras y responsables.
Una tarea que se complementa con el reparto gratuito de material preventivo –principalmente preservativos y lubricantes– tanto en centros juveniles como en unidades móviles. Todo ello se realiza desde una mirada comunitaria y colaborativa. En este sentido, se trabaja con diferentes centros educativos, asociaciones juveniles así como otros servicios sociales y comunitarios del territorio alavés.
También participan de forma “activa” voluntarios de Cruz Roja Juventud. “Somos conscientes de que en Vitoria hay otras entidades que trabajan muy bien todo este tema de prevención y sensibilización de VIH e ITS, entonces somo un poco el complemento de otras entidades”, explican.
Adiós a los tabúes
Los talleres tratan de mostrar una mirada “global”. “Más allá de las infecciones, hablamos de consentimiento y de relaciones de pareja. Precisamente tratamos de desmitificar un poco los estereotipos que hay dentro de esos vínculos porque, muchas veces, el placer está metido también en esa perspectiva patriarcal y machista”, desgrana Palacios.
En este sentido, insisten en la importancia de normalizar las conversaciones sobre salud sexual, promoviendo al mismo tiempo un ambiente de apoyo. Dos factores que desde la organización ven indispensables para eliminar los tabúes y estigmas que rodea la sexualidad y que, como consecuencia, puede impedir que las personas busquen información o ayuda.
“Hacer solo pruebas rápidas o utilizar condones no es suficiente”
“El grandísimo desconocimiento que hay de las partes genitales, sobre todo entre mujeres, es algo aplastante”, considera la experta en Igualdad. En este sentido, apostilla que es un fenómeno que sucede entre “jóvenes y no jóvenes” y ambas lo achacan a la carencia de educación en este ramal.
“No se habla de todo lo que conlleva la salud sexual. Y aunque es verdad que se van dando pasos en este aspecto con talleres más integrales, no se nos enseña a conocer y controlar nuestro cuerpo”, critica, por su parte, Palacios. En este sentido, coinciden en que debería existir una “coeducación” centrada en la “afectividad” en los centros escolares “desde txikis”. “Tiene que haber un conocimiento sexual, y hay que normalizarlo”, insiste la encargada de salud.
El 80% de los diagnósticos de VIH en el sistema sanitario de Álava son tardíos
Asimismo, sacan a la palestra el “apasionante y duro” debate en torno a la pornografía. “Los datos están ahí. Los chicos empiezan a ver porno a los 8 y las chicas a los 12, pero desde una mirada completamente diferente. Ellas lo ven para saber lo que les gusta a ellos, para aprender lo que tienen que hacer para satisfacer al otro, mientras que ellos buscan su propio placer. De hecho, se extrapola mucho la violencia que se proyecta en el porno a las relaciones reales”, valoran las profesionales.
Salud menstrual
Cabe destacar que la salud menstrual en una parte fundamental que tratan desde un enfoque de “salud sexual integral”. En este sentido, las trabajadoras buscan visibilizar los métodos menstruales reutilizables y saludables con el cuerpo. Al mismo tiempo, promueven el autocuidado y la sostenibilidad. Conocimientos que no solo imparten a mujeres, sino también a hombres. “No hay que excluirles porque tienen que saber que cuando llega una relación sexual puede que la otra persona menstrúe”, señalan.
Próximas citas, en octubre
En lo que va de año, se han desarrollado catorce talleres con diferentes entes entre ellos, con la Asociación de Mujeres Gitanas y con Centro Penitenciario de Álava (Zaballa). Asimismo, esperan poder retomar la actividad en octubre de este año, en función de la demanda que haya.