Revolución solidaria en Álava: montaña, inclusión y solidaridad
El proyecto Montes Solidarios cumple más de una década haciendo posible que personas con discapacidad vivan experiencias únicas en la montaña, a través del voluntariado y el trabajo en equipo
No hay cima demasiado alta cuando se sube en compañía. Hace más de una década, un grupo de personas decidió que la montaña debía ser un lugar sin barreras. Así nació Montes Solidarios, un proyecto que convierte cada ruta en una experiencia compartida, donde la inclusión, la solidaridad y la naturaleza caminan de la mano.
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De hecho, en este grupo, nadie queda atrás. No importa la capacidad física, la edad o el punto de partida: lo importante es el camino que se recorre juntos. Después de más de 10 años cumpliendo sueños sin límites, Montes Solidarios celebra una década de esfuerzo colectivo, de superar obstáculos visibles e invisibles, y de demostrar que con solidaridad no hay sendero imposible.
VALORACIÓN
Según explica Fernando Alonso, Presidente de la Asociación Montes Solidarios a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Montes Solidarios nació con una idea sencilla y transformadora: la montaña no es solo para quien puede llegar solo, sino para quien quiere llegar acompañado. Para ello, la asociación organiza y promueve actividades de montaña dirigidas a personas con diversidad funcional, especialmente aquellas con movilidad reducida o discapacidad visual.
“Para ello contamos con dos herramientas principalmente: la silla Joëlette. Se trata de una silla todo terreno con una sola rueda que permite a cualquier persona con movilidad reducida practicar el senderismo en la naturaleza. Está concebida para acceder a lugares que son inaccesibles a las sillas de ruedas convencionales”, explica.
Y añade: “Y la otra herramienta es la barra direccional (parecida a una pértiga de atletismo) que permite la movilidad esencial a personas con visibilidad reducida o ciegas. Cogidos/as a ella van tres personas: el/la guía de cabeza, que es quien describe los accidentes orográficos y ofrece toda la información necesaria al resto de componentes del equipo; la persona ciega o con baja visión, que sigue rigurosamente todas las indicaciones, no solo verbales, sino de movimiento de la barra, para salvar los obstáculos del terreno; y, en el extremo posterior, otro/a guía, que puede ser vidente o tener alguna discapacidad visual y que guía a la persona ciega por medio del simple movimiento de la barra”.
ESPÍRITU
El espíritu de la asociación se apoya en tres pilares sólidos: La concienciación: promover una visión normalizada de la presencia de personas con diversidad funcional en la montaña, especialmente entre la juventud, y visibilizar la importancia del voluntariado como motor de cambio social; la formación del voluntariado: mediante cursos especializados sobre el uso seguro y eficaz de la Joëlette y la barra direccional, se garantiza que las salidas se realicen con seguridad y calidad, generando confianza tanto en participantes como en acompañantes; el cumplimiento de sueños: atender peticiones personales o de asociaciones para realizar retos específicos fuera del calendario habitual.
Uno de los momentos clave de este año conmemorativo será el reto 10 horas, 10 subidas a Olarizu, que tendrá lugar el 15 de septiembre en el cerro del sur de Vitoria
Uno de los momentos clave de este año conmemorativo será el reto 10 horas, 10 subidas a Olarizu, que tendrá lugar el 15 de septiembre en el cerro del sur de Vitoria. Esta tradición popular, celebrada desde el siglo XIX, “se hará más inclusiva que nunca”. Gracias a sus 4 sillas Joëlette, 6 barras direccionales y un gran equipo de personas voluntarias, Montes Solidarios facilitará que personas con movilidad reducida o discapacidad visual participen en esta romería, ascendiendo al monte cada hora desde las 09:00 hasta las 19:00. Será una jornada de montaña, pero también de fiesta, con música, comida, dantzak y gigantes. Y, sobre todo, de inclusión real, vivida desde el terreno.
“Al finalizar la subida y bajada de la cruz, en la campa y con familiares, amistades y ciudadanía en general, participaremos en las actividades que se organicen: alubiada popular, juegos, música, Kalejira de Gigantes y Cabezudos, exhibición de deporte rural, txosnak, euskal dantzak. La última subida se pretende realizar a las 19:00 coincidiendo con el momento de mayor afluencia de ciudadanía, para poder estar en la campa de vuelta sobre las 20.15 y finalizar así este reto inclusivo”, añade el presidente.
De cara a los próximos diez años, Montes Solidarios quiere seguir por el mismo camino: caminar con más personas, cumplir más sueños, abrir más senderos
espacios rurales Cabe destacar que cada 15 días, Montes Solidarios organiza salidas por espacios naturales en colaboración con asociaciones de todo Álava. En estas actividades se crean sinergias únicas: personas con diferentes diversidades funcionales –daño cerebral, autismo, ELA, Parkinson, Síndrome de Down, entre otras––caminan juntas, acompañadas por voluntariado, familiares, guías y amistades. No importa la diferencia: en la naturaleza, todas las personas se igualan al compartir la experiencia.
10 AÑOS DE EXPERIENCIA
¿Qué ha logrado Montes Solidarios en estos diez años? La respuesta es sencilla para el presidente: sonrisas. Participantes, familiares, voluntariado... todos y todas coinciden en que estas experiencias transforman, emocionan y conectan. “Por los comentarios, por las percepciones, por la repercusión y por las conversaciones que hemos tenido, siempre hemos recibido una respuesta muy muy positiva y no solo en las personas participantes, sino en las personas que tienen la suerte de compartir estas experiencias con las personas usuarias, ya sea acompañándolas, o escuchando sus emociones, sean familiares, amigos/as, compañeros/as de residencia,…”, valora.
FUTURO
De cara a los próximos diez años, Montes Solidarios quiere seguir por el mismo camino: caminar con más personas, cumplir más sueños, abrir más senderos.
“La montaña tiene unos valores implícitos de respeto, aceptación y realización que ayudan a que las personas que disfrutamos de unos paseos por la naturaleza nos sintamos conectados y valoremos los pequeños detalles que nos ofrece: un paisaje, los sonidos de los pájaros, el sonido de la gota de agua en una cueva a oscuras tras bajar 240 escalones, a 50 metros bajo tierra, y estando todos y todas en la misma situación, sin diferencias de personas en silla de ruedas, de personas con baja visión”, concluye en este reportaje el presidente de la asociación Montes Solidarios.