Nacido en Salamanca hace 53 años, Juan Carlos Martín Hernández es un ejemplo de resiliencia y dedicación. Desde muy joven, su vida estuvo marcada por el esfuerzo y la superación personal. A los 3 años, se trasladó con su familia a Vitoria, donde ha residido desde entonces, formando parte de una familia numerosa como el mayor de cinco hermanos.
Su trayectoria laboral comenzó a una edad temprana, con solo 15 años, tras completar la Educación General Básica (EGB). Desde entonces, Juan Carlos no ha parado de trabajar, enfrentándose a los desafíos que la vida le ha puesto por delante. A lo largo de los años, se formó como técnico en carrocería y en gestión administrativa, estudios que realizó ya en la madurez mientras compatibilizaba su empleo y sus responsabilidades familiares. Además, amplió sus habilidades obteniendo permisos para conducir autobús, camión, moto y remolque pesado. Su vida personal está marcada por una relación duradera con Ana, con quien celebrarán sus bodas de plata en mayo tras casi 30 años juntos.
Sin embargo, no todo ha sido fácil para Juan Carlos. Enfrentó una dura batalla contra el cáncer y las secuelas que dejó esta enfermedad. A pesar de ello, se considera afortunado y mantiene una actitud positiva ante la vida. Debido a esta enfermedad, recibió una discapacidad, y actualmente, trabaja en la ONCE, institución que apoya a las personas con discapacidad visual y otras discapacidades. Su labor allí refleja su compromiso social y su deseo de contribuir a una sociedad más inclusiva.
Además de su labor social, Juan Carlos ha participado en varios cameos que le han permitido cumplir su sueño de estar frente a las cámaras, consolidando así sus sueños y su faceta luchador
La experiencia personal de Juan Carlos le ha permitido entender profundamente las dificultades que enfrentan muchas personas con discapacidad y motivarlo a seguir luchando por sus derechos. Su historia es un testimonio vivo del valor del esfuerzo constante y la esperanza. A lo largo de los años, ha demostrado que con determinación y apoyo familiar se pueden superar incluso las adversidades más duras.
Pero la vida no es solo trabajo; también sabe disfrutarla. Entre sus principales aficiones destacan la fotografía, viajar y el camping. Para él, estas actividades son totalmente compatibles y complementarias. La fotografía le ha abierto las puertas a conocer sitios espectaculares y a descubrir personas increíbles. Algunos de sus destinos favoritos incluyen La Granja en Segovia, Toledo o el Alcázar; lugares que ha visitado casi todos los reales sitios desde Madrid hacia arriba. Además, su pasión por la fotografía le llevó a participar en un proyecto colaborativo internacional llamado Sencillamente Fotos.
En este proyecto participaron alrededor de 200 fotógrafos aficionados de distintos países del mundo que publicaron un libro conjunto titulado precisamente así. Este esfuerzo fue posible gracias a la web fotorevista.com y al trabajo dedicado de sus propietarios y colaboradores en Argentina. El libro no se vendió; fue donado o regalado en exposiciones realizadas en diferentes organismos oficiales argentinos, logrando un gran éxito.
Otras aficiones
Otra forma de disfrutar del tiempo libre es el camping. Le encanta acampar tanto en tienda como en caravana. Él y Ana tienen una furgoneta adaptada para dormir en ella, lo que les permite hacer escapadas cortas cuando surge la oportunidad. Estas experiencias les permiten desconectar del día a día y disfrutar del contacto con la naturaleza. Por último, se considera una persona todo terreno que incluso participa en cameos en distintas películas. “Desde hace un tiempo tengo un pequeño pluriempleo/hobby, que es hacer de figurante en películas y series de televisión".
Su día a día comienza preparando los cupones y rascas necesarios para la venta
Esto surgió porque una amiga mía , que trabajaba en un bar al que solía ir a desayunar, me comentó que ella iba a películas y que solían necesitar gente a menudo , que me animase , al final después de pensarlo, me inscribí en la plataforma de los casting y empecé a apuntarme a las películas que había a ver si sonaba la flauta, y al final sonó”, rememora. “Mi primer experiencia fue rodando el bus de la vida , aunque fue un rodaje nocturno en medio de los montes ,jajaja, fue divertido y curioso ver la cantidad de trabajo que lleva rodar una pequeña escena , y la cantidad de gente implicada, los de atrezzo , maquillaje y peluquería, vestuario, coordinadores …”, concluye este trabajador de la ONCE conocido ya para muchos vitorianos.
Su día a día en la ONCE
Su día a día comienza preparando los cupones y rascas necesarios para la venta, verificando que la terminal de punto de venta (TPV) funcione correctamente para imprimir los tickets sin problemas. También revisa los mensajes de la aplicación para estar al tanto de novedades importantes o premios que haya repartido. Posteriormente, sale a su puesto asignado, que en lunes, jueves y viernes se encuentra en la zona del Portal de Foronda y alrededores, mientras que los sábados y domingos trabaja en el kiosko de las Siervas de Jesús.
Entre las anécdotas más frecuentes, destaca la interacción con vecinos que comentan que ya era hora de que hubiera un vendedor en la zona, aunque algunos rechazan comprar productos porque aseguran que no juegan nunca. Otra situación habitual es cuando personas le piden comprobar boletos de otros juegos de azar que no comercializan. La anécdota más graciosa fue la de un señor que le dijo: “Esto ya parece un barrio de verdad, ya tenemos vendedor de cupones”.