“Potenciar el valor de nuestro Casco Medieval con un nuevo mirador desde el que podremos disfrutar de unas vistas privilegiadas de parte de la ciudad, de los Montes de Vitoria y de la Llanada". En palabras de la concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal, ése es el objetivo de la construcción de un mirador en uno de los torreones de la muralla del Casco Viejo. El Ayuntamiento de Vitoria saca mañana jueves a concurso la obra.
Los trabajos se desarrollarán en paralelo a la reforma del espacio Martin Ttipia, tienen un coste de 107.564 euros y dos meses de plazo de ejecución. El proyecto cuenta con la financiación de los fondos europeos Next Generation, en el marco de la estrategia de sostenibilidad turística.
"Maravillosas" vistas
El departamento de Espacio Público y Barrios ha comenzado los trámites para levantar este segundo mirador llamado a convertirse en “un magnífico lugar desde el que contemplar el sur de la ciudad; unas vistas maravillosas que esperamos sean reclamo para quienes nos visitan y orgullo para los que somos de Gasteiz”, indica Artolazabal.
Tal y como recuerda la concejala, “hace apenas dos semanas se adjudicaron las obras de Martin Ttipia, con la idea de crear un nuevo polo turístico en esta zona de Vitoria. Ambas intervenciones se desarrollarán en paralelo y de manera coordinada en cuanto a materiales, estética y estructuras. Habrá una coherencia total”, detalla Artolazabal.
Abierto y con luces led
A diferencia del primer mirador, ubicado en las parte trasera de la iglesia de San Miguel y desde el que puede observarse la antigua nevera, este nuevo mirador estará abierto permanentemente y se iluminará con luces led, que se colocarán en los pasamanos de la escalera por la que se accede.
Junto a la construcción de este mirador, las obras de infraestructura verde y reforma de todo el espacio en Martin Ttipia, comenzarán antes del verano, según los plazos que maneja el Ayuntamiento.
Se trata de una potente actuación con la que se busca dotar de más zonas verdes a un barrio con escasos parques y jardines, una carencia a corregir. Estas nuevas áreas lúdicas servirán, además, de refugios climáticos en caso de episodios de temperaturas altas extremas.
Plaza Martin Ttipia
La reforma del entorno Martin Ttipia se llevará a cabo en tres espacios. En primer lugar, en la propia plaza Martin Ttipia, entre las antiguas neveras y el cantón de la Soledad, y en la parte trasera del edificio de Fray Zacarías.
Se trata de un amplio espacio en el que se levantará el pavimento para sustituirlo por otro permeable y se plantará más vegetación de flor abundante, con grandes parterres orgánicos, colocación de bancos y gradas, y una zona de juegos con columpios.
También un torreón, adosado a la muralla, que se va a convertir en un castillo con un gran tobogán de tubo cerrado. El otro torreón, el que ahora sale a contratación, es el que se transformará en mirador.
Jardín de la Muralla
El segundo espacio sobre el que se va a actuar es el tramo final del Jardín de la Muralla, un jardín ahora inacabado.
Así, se permitirá la salida del jardín hacia el centro cultural Montehermoso, impulsando este lugar de gran valor natural y turístico.
Jardín de la calle Correría
Y el tercer espacio a reformar es el jardín de la calle Correría, a la altura de los números 44 y 46.
Son dos parcelas de la sociedad municipal Ensanche 21 que se sitúan a un nivel inferior a la plaza Martin Ttipia, y que se convertirán en jardines minerales, de piedra.
No se podrá acceder, salvo personal de mantenimiento, pero sí observar desde la plaza.
Para ello, se quitará la actual verja y se elevará el murete con el fin de garantizar la seguridad de las personas. Asimismo, en el murete se dejarán dos espacios para colocar unas placas informativas sobre el significado y valor del lugar.
Mejorar el Casco Viejo
En su conjunto, el proyecto de mejora del entorno de Martin Ttipia servirá para que los vecinos y vecinas del Casco Viejo ganen en calidad de vida y para que el resto de personas que visiten el barrio disfrute de un entorno verde, saludable y lúdico. Todas estas actuaciones responden a viejas demandas del barrio, como en su día lo fueron las obras de Etxauri y Etxanobe.
