El presidente de la sociedad municipal de transporte público Tuvisa, Iñaki Gurtubai, y personal técnico han visitado las instalaciones de la firma Irizar E-mobility para conocer cómo marcha la fabricación de 10 nuevos autobuses eléctricos para la flota de urbanos de Vitoria.
El consejo de administración de Tuvisa adjudicó a finales de noviembre, gracias a un acuerdo entre PSE-EE, EAJ-PNV y PP, el contrato de adquisición de seis vehículos articulados de 18 metros (900.000 euros unidad) y otros cuatro de 12 metros (650.000 euros).
De los diez autobuses encargados, dos ya están plenamente fabricados, uno de 18 metros y otro de 12. Se encuentran en pleno proceso de homologación de los últimos sistemas de ayuda a la conducción que una ley estatal aprobada en julio obliga a incorporar.
En octubre
Llegarán a Vitoria-Gasteiz a mediados de octubre. El resto de los vehículos se encuentra en diferentes fases de la cadena de montaje y serán entregados paulatinamente hasta fin de año.
Los nuevos autobuses comparten aspecto con los vehículos que ya prestan servicio en el BEI, el modelo Irizar ietram, solo que, en este caso, funcionarán de forma continua en la línea 4. Es decir, cubrirán el recorrido entre Lakua y Mariturri, en Zabalgana.
Por la noche, cargarán sus baterías mediante sistema de carga lenta en el centro de electromovilidad de Tuvisa.
Capacidad
El modelo de 18 metros tiene una capacidad máxima de 128 personas mientras que el de 12 metros admite 80. Ambos tienen reservados los correspondientes espacios para sillas de ruedas y carritos de niños y niñas.
Electrificación
“Estamos a escasas tres semanas de incorporar dos nuevos vehículos a la flota de Tuvisa. Muy pronto contaremos con otros ocho y el esfuerzo de renovación no se detendrá ahí. Apostamos por la electrificación, por una mayor comodidad de las y los usuarios del autobús, y por la reducción de la edad media de la flota”, señala Gurtubai.
El contrato firmado con Irizar incorpora un amplio plazo de garantía por vehículo (48 meses por el conjunto del autobús, 120 meses en el caso de elementos singulares como las baterías y los costes de mantenimiento durante 15 años.