La inconfundible melodía de las charangas fue la encargada de avivar hoy –en el tercer día de La Blanca– los corazones de las generaciones más veteranas de Vitoria. Y es que la de hoy ha sido una jornada muy especial para los mayores de la residencia de Txagorritxu.
Y lo ha sido gracias a los blusas y neskas de Margolariak, a quienes DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha podido acompañar durante este martes 6 para ser testigo de sus actividades y formas de disfrutar– y hacer disfrutar– de las fiestas de La Blanca.
De hecho, la visita a este hogar para mayores de la calle México es una de las muchas salidas no lucrativas que la cuadrilla lleva realizando desde su fundación en 2013.
"Para nosotros es una alegría porque con poquito, que es venir aquí una mañana con la charanga, bailar y repartir unas pegatinas, haces muy feliz a la gente que está en las residencias y que igual no salen prácticamente durante todo el año"
Día emotivo
Jon Ruiz de Infante, miembro de Margolariak desde hace diez años. señalaba en conversación con este periódico que este paso por la residencia es “una forma de hacer algo más allá de las actividades internas de la cuadrilla era visitar una residencia”.
“Para nosotros es una alegría porque con poquito, que es venir aquí una mañana con la charanga, bailar y repartir unas pegatinas, haces muy feliz a la gente que está en las residencias y que igual no salen prácticamente durante todo el año”, ha compartido el blusa.
En fila, a eso de las 11.30 horas, los músicos y algunos de los blusas y neskas han ido adentrándose a golpe de percusión y sonido consistente de trompeta hacia la primera de las paradas: el hall principal.
"Te encuentras con quien también ha sido blusa o neska y te cuentan sus historias"
Para muchos de los mayores, mujeres en su mayoría, ha sido toda una sorpresa poder disfrutar de la música de la que tanto y tantos años han disfrutado en La Blanca. Así lo ha señalado también Ruiz de Infante. “Te encuentras con quien también ha sido blusa o neska y te cuentan sus historias”. Y es que aunque los ánimos no fuesen los mismo en unos y en otros –puesto que cada cual lo vive de una forma– lo cierto es que, “en cada planta que visitamos nos dan las gracias por venir”.
Una charanga que ha llegado de forma muy emotiva a los corazones más veteranos; instándoles a mover las caderas a aquellos que no se podían resistir.
Almuerzo
Y de tanto bailar, el apetito se abrió paso. Tortilla, empanadas, galletas saldas y txistorra han sido servidos hoy como almuerzo; el broche final a una visita especial que volverá.