El nuevo calendario laboral para cubrir este verano que han “impuesto” a los bomberos de Álava "sin ningún tipo de negociación" ha provocado que los más de 180 trabajadores de la plantilla foral hayan tomado algunas decisiones.

Decisiones para intentar frenar lo que consideran que ha sido una "actuación totalmente unilateral y sin contar con la junta de personal".

El malestar y enfado que se respira en el servicio de prevención, extinción de incendios y salvamento de Álava desde hace meses es más notable en los últimos días al haberse hecho oficial una polémica resolución que modifica de manera sustancial su calendario laboral desde el próximo lunes, 8 de julio, hasta el 13 de septiembre.

La plantilla es contundente y en su opinión, "esta propuesta supone una modificación sustancial y empeoramiento de las condiciones laborales, máxime cuando viene a establecerse dentro del periodo estival, durante el cual las personas trabajadoras ejercen su derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral".

Un calendario de servicio en que, salvo los días en los que la persona tenga establecidas sus vacaciones, a cada trabajador se le imponen entre 13 y 15 jornadas de su descanso en las que tiene que estar localizable, lo que les impide una conciliación real de la vida laboral y familiar de julio a septiembre.

Además de denunciar que "el margen de negociación sobre una propuesta de tal calado es nulo".

"Que sea un juez el que decida"

Así lo explican los propios bomberos afectados: “si un día trabajamos 24 horas, luego tenemos tres días de descanso seguidos. Pero con el nuevo calendario impuesto en verano, de los tres días libres seguidos que tiene cada bombero, el segundo deberá estar disponible. Algo intolerable porque es nuestro tiempo de descanso, además de que estaríamos por encima de la jornada laboral anual y sin ninguna posibilidad de conciliación”.

Con una puntualización. Y es que la compensación a esas jornadas localizadas solo se dará cuando se requiera a la persona para trabajar. "No se establece ningún tipo de compensación por el hecho de estar disponible y localizable para el puesto que se le asigne a la persona asignada como refuerzo”.

Ante esta situación, además de solicitar medidas cautelares y de haber tramitado un preaviso de huelga, han decidido judicializar el asunto, denunciar la resolución y que "sea un juez el que decida sobre el calendario".

Disponibles 15 días de su descanso

La resolución que ha puesto en pie de guerra a esta plantilla obliga a cada bombero foral de Álava a cubrir 15 guardias de disponibilidad hasta el 13 de septiembre.

Sin olvidar que los días denominado “refuerzo”, el personal operativo tiene modificado el parque de destino, pasando de una asignación concreta a una disponibilidad en cualquier parque de la provincia (Llodio, Nanclares, Laguardia, Espejo, Agurain y Kanpezu).

De tal manera que el personal convocado deberá acudir a su parque habitual, recoger su EPI forestal y trasladarse al parque que le asigne el jefe de guardia, poniéndose a las órdenes del jefe de la dotación en la que se encuadre a las 9.30 horas (hora de incorporación).

Con carácter general, la dotación de refuerzo se compondrá de un cabo y cuatro bomberos/as. Y salvo circunstancias excepcionales, el llamamiento se cursará con una antelación mínima de 24 horas respecto a la incorporación.

Eso sí, en caso de activarse una fase de emergencia, el llamamiento podrá extenderse a cualquier miembro del turno de refuerzo de ese día. Y el tiempo de incorporación al parque que le sea asignado será de dos horas desde el llamamiento.

Sin embargo, en este punto los bomberos de Álava recuerdan que la ley establece que en caso de activación del PETHA (Plan de Emergencias del Territorio Histórico de Álava) en fase de emergencia, las personas trabajadoras pueden ser llamadas para desarrollar labores operativas. "Pero lo que no viene establecido en la ley, y debe ser objeto de negociación, es el margen de tiempo máximo en el cual presentarse al trabajo".

Vocación y compromiso demostrados

Con un servicio de 24 horas a todo el territorio histórico y una profesión muy vocacional, los bomberos de Álava de los parques de Llodio, Nanclares, Laguardia, Espejo, Agurain y Kanpezu ya saben perfectamente lo que es trabajar en verano, y siempre insisten en la necesidad de contratar personal de refuerzo en esta época.

En el último punto de la polémica resolución aprobada se recuerda a la plantilla que "es obligación de todo el personal funcionario de los servicios de prevención y extinción de incendios y salvamento de las administraciones públicas vascas facilitar y mantener operativo un medio para ser localizados fuera del horario laboral, ante posibles necesidades del servicio".

Desde la junta de personal son contundentes y explican que "los bomberos de Álava han reiterado y demostrado en numerosas ocasiones su vocación de servicio público y el compromiso con la labor que desarrollan como profesionales".

"Es por ello que ante situaciones extraordinarias siempre hemos respondido, y es por eso también que venimos reclamando que se estructure definitivamente los procedimientos de funcionamiento para las situaciones ordinarias en nuestro trabajo".

En este sentido, son tajantes al denunciar que los trabajadores no pueden admitir que "se utilicen las medidas legales establecidas en situaciones extraordinarias para cubrir las necesidades ordinarias y estructurales del servicio, práctica que viene siendo habitual desde demasiado tiempo atrás".

"En definitiva, lo que se pretende con esta resolución es imponer una situación extraordinaria como una forma ordinaria de trabajar, lo cual exigiría un procedimiento mucho más garantista para las personas trabajadoras".

Las reivindicaciones van más allá del calendario: necesitan más plantilla

La campaña de incendios forestales ya está en marcha en Álava.

Como todos los años, una campaña especial para la prevención y extinción de incendios forestales en los meses de más calor.

Afecta directamente a una plantilla de más de 180 trabajadores muy enfadados y hartos que llevan años exigiendo un cambio en el modelo de gestión de los parques del territorio.

Porque los bomberos de Álava no solo piden la retirada de la orden de servicio para cubrir en verano la campaña forestal.

Sus reivindicaciones con las que se han manifestado varias veces en Vitoria van más allá: desde un aumento de plantilla y un convenio laboral, hasta el cese del director-gerente del servicio y un cambio total del modelo de gestión.

Solo tres bomberos en cada parque un tercio del año

Los bomberos forales de Álava se han vuelto a plantar una vez más estos días con manifestaciones en las calles de Vitoria para exigir una solución a los graves problemas que arrastran, incluida “la negociación y no la imposición de la campaña de verano”.

Problemas como la falta de plantilla para poder cubrir todas las necesidades de Álava con seguridad.

“Casi un tercio del año lo pasamos con solo tres bomberos en los parques, por debajo de la dotación mínima. Si surge una emergencia, como un incendio en una vivienda o un accidente de tráfico, los alaveses deben saber que hay muchas posibilidades de que sean atendidos por solo tres efectivos en los primeros 25 minutos”, alertan los trabajadores.

Además de exigir que se cubra el puesto de jefe de bomberos en Álava, que lleva tres años vacante y es la figura que se encarga de coordinar y decidir el rumbo del servicio, denuncian que “están sin convenio desde hace ocho años y se han convertido en el único servicio público de Euskadi sin convenio laboral propio”.