El Plan General de Ordenación Urbana de Vitoria-Gasteiz será aprobado de forma provisional este mismo año, presumiblemente con el apoyo al Gobierno de PSE y PNV de Elkarrekin, que ya respaldó los pasos previos dados por la anterior corporación para sacar adelante el documento que definirá el urbanismo de la ciudad para los próximos años. Los plazos los ha anunciado este miércoles el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de vitoriano, Borja Rodríguez, en una entrevista a Radio Vitoria en la que señaló que el periodo de estudio y respuesta a las 330 alegaciones presentadas concluirá este mismo trimestre, con su paso por la comisión y el Pleno municipal.
A partir de ahí, el texto aprobado de manera inicial en febrero se refundirá con las alegaciones aceptadas para volver a pasar por comisión y pleno. Con estas previsiones sobre la mesa, Rodríguez estima que el PGOU definitivo entrará en vigor en el primer semestre de 2025.
Pactos con la oposición
De materializarse finalmente la aprobación del PGOU con Elkarrekin, el equipo de gobierno que conforman socialistas y jeltzales habrá logrado ya acuerdos de calado con todos los grupos de la oposición, pues sacó adelante los Presupuestos con EH Bildu y la compra de nuevos autobuses eléctricos con el PP. El gabinete de Maider Etxebarria, en minoría, no pudo sin embargo aprobar las ordenanzas fiscales, pese a que los contactos con Elkarrekin habían avanzado de forma significativa.
Reparos de EH Bildu
La formación morada, en lo que afecta al PGOU, negocia ahora en torno a un documento que “avanza”, según Borja Rodríguez, pese al rechazo expreso que han mostrado otras formaciones, como EH Bildu.
El grupo municipal soberanista afirmó el mes pasado que el documento está ante modificaciones “de carácter sustancial que harían necesario volver a la fase de aprobación inicial”, ya que los cambios propuestos para su actualización “suponen alejarse de los objetivos iniciales del PGOU, poniendo intereses particulares por encima del interés general y de una regulación coherente”.
La portavoz de Bildu, Rocio Vitero, aseguró entonces que “mediante las alegaciones se pretende cambiar de manera sustancial el contenido de la aprobación inicial satisfaciendo, en muchos casos, intereses particulares y dejando de lado el interés general”.
La portavoz aseguró que la valoración política que puede realizarse es “preocupante”, ya que a pesar de que “el avance reflejaba un buen grado de consenso, por parte del gobierno no se ha querido seguir trabajando”.
“Los cambios propuestos suponen alejarse todavía más de los objetivos iniciales de la modificación del plan general, poniendo determinados intereses particulares por encima del interés general y de una regulación coherente”, insistió.