La Asociación Vitoriana de Patinetes Eléctricos ha presentado una reclamación al Ararteko ante la prohibición, desde el pasado 15 de enero, de poder viajar en el tranvía con estos vehículos, pues se trata de una medida que “generar un perjuicio a toda la ciudadanía (tanto si usan vehículos de movilidad personal como si se benefician indirectamente de su uso) frente a una limitación de un riesgo potencial totalmente excepcional y controlable”, según señalan en su página web.
En ese sentido, Alberto Llorente, presidente de la asociación, explica a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA que “la realidad” con respecto al peligro de incendio de las baterías de los patinetes son “son dos accidentes, en Barcelona y Madrid, con un total de seis heridos leves atendidos localmente. Y si atendemos a la estadística –añade–, unos pocos años antes deflagró un portátil y produjo el doble de víctimas, también en un metro, en Sant Boi de Llobregat, también leves; y 9 lo fueron por ansiedad”.
Llorente, quien apunta además que “las baterías no explotan, deflagran, es una combustión lenta, y da tiempo a salir de los transportes públicos”, explica que el colectivo reclamó a Eusko Tren y que la compañía justificó la medida por “los graves daños físicos que han producido” estos accidentes, que para la asociación representan “una casuística estadísticamente irrelevante frente a millones de desplazamientos”.
En el Ayuntamiento
Por ello el colectivo ha decidido acudir al Ararteko, y también apelará a los grupos municipales del Ayuntamiento de Gasteiz en busca de un posicionamiento contra esta medida, que “va en contra de las políticas de movilidad sostenible”, afima Llorente. Según el presidente del colectivo, no se debería poner trabas a la implantación de un medio de transporte “que se vende solo, que está creciendo muchísimo, y que sacado de las aceras es una maravilla”.
En el escrito que publica en su web, la Asociación Vitoriana de Patinetes Eléctricos subraya que “en Euskadi no ha ocurrido nunca aún” un accidente con la batería de un patinete en el transporte público. Se señala además que Eusko Tren “no ha estudiado ni ofrecido ninguna alternativa: ni zonas aisladas, vagones o lugares especiales, exigencia de bolsa ignífuga o unirlo al protocolo de parada y apertura de puertas, ya que la deflagración es un incendio lento y no genera explosión u otras posibles medidas. Directamente los han prohibido, copiando sin criterio propio y sin más la medida de otros medios y cubriendo así la posible crítica futura por no tomar dicha medida, obviando los perjuicios personales y generales a toda la ciudadanía”.
El colectivo recuerda el papel que el patinete juega en el fomento de la intermodalidad, “una enorme ventaja tanto personal como colectiva, al usar el transporte público en combinación con patinetes para iniciar o terminar cada trayecto”.
Por tanto, concluyen, “esta medida favorece el uso del coche privado y sus problemas asociados (atascos, contaminación, impacto climático, ocupación de espacio público o ruido”.
Llorente lamenta que las instituciones no vean “en los patinetes una oportunidad”. “Nos gustaría no tener protagonismo y no tener que estar perdiendo el tiempo tanto con tanta restricción sin sentido”, asegura.