Ni el más caro, ni el más prestigioso. Los vehículos más robados son esencialmente utilitarios superventas con una media de 10 años de servicio. De hecho, los expertos consultados por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA confirman que la variable que más influye en que un vehículo sea víctima de la atención de los amigos de lo ajeno es su antigüedad.
Los datos al respecto son concluyentes. Dos de cada tres coches robados tiene más de 10 años. Así se desprende de la información reunida en el estudio 'Los robos en automóviles' elaborado por Estamos Seguros, una iniciativa de Unespa.
En las primeras posiciones del ranking de los coches más sustraídos abundan los superventas veteranos. Cinco modelos suman el 18% de los robos de vehículos. Son el Seat Ibiza, el Volkswagen Golf, el Seat León, el Ford Focus y el BMW Serie 3.
Estos modelos son particularmente codiciados por los ladrones porque, debido a su gran aceptación, existe una importante demanda de piezas para reparaciones, indican los portavoces consultados del citado consorcio de seguros, según avanza el estudio.
Los ladrones no se fijan en el modelo de coche, sino en su año de fabricación. Las versiones que les interesan son las de cierta solera
Según la misma fuente, los ladrones no se fijan en el modelo de coche, sino en su año de fabricación. Las versiones que les interesan son las de cierta solera. De hecho, suelen ser de finales de principios de la década de 2000.
Los superventas son los vehículos que protagonizan más robos por la mera razón de que hay muchos en la calle. Esto no quiere decir que sean, necesariamente, los más codiciados. Esta distinción tampoco es para los modelos de alta gama. En absoluto. Los modelos que despiertan más interés entre los amigos de lo ajeno son los coches de vocación puramente urbana y las furgonetas.
Según el informe al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el ranking lo encabeza, en concreto, un microcoche: el Ligiers-JS. Tiene casi 10 veces más probabilidad de sufrir un robo. Le siguen dos furgonetas, la Fiat-Fiorino y la Fiat-Doblò Cargo; y dos minicoches, el Abarth 500 y el Seat Arosa. Todos estos modelos tienen cuatro veces más probabilidades de ser sustraídos.
Un aspecto positivo que arroja el informe es el descenso continuado de los robos de vehículos asegurados en el conjunto del Estado. A lo largo de la década, se ha pasado de unas 203.000 sustracciones en 2011 a poco más de 101.000, al acabar 2020.
Es decir, los incidentes se han reducido a la mitad en este espacio de tiempo. Esta mejora es el resultado de un cúmulo de factores, entre los que destacan las sucesivas mejoras introducidas en materia de seguridad por los fabricantes, la acción de los cuerpos policiales, y el hecho de que desde hace décadas las nuevas viviendas suelen edificarse con garaje, de forma que los coches pasan las noches resguardados.