Justo hoy, cuando termina el plazo de alegaciones al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), se cumplen dos semanas de la investidura de la primera alcaldesa de la historia de Gasteiz. Maider Etxebarria, inmersa estos días en una vorágine de actos y reuniones, reivindica el diálogo con todos los agentes implicados, incluidas las tres fuerzas políticas de la oposición en el Ayuntamiento, para sacar adelante los proyectos que necesita la ciudad.
La aprobación definitiva del PGOU va a ser una de las patatas calientes de esta legislatura. ¿En qué punto nos encontraremos tras cerrarse hoy mismo el plazo de alegaciones?
–Más que una patata caliente, a mí me gusta hablar sobre cuáles son las inquietudes de las personas, de los empresarios o de las asociaciones. Esta semana me he reunido con el Colegio de Arquitectos y el SEA para tratar estos temas y hemos salido todos con unas buenas sensaciones, de trabajar conjuntamente. Vamos a ver cuántas alegaciones llegan, de qué tipo y en qué formas y a partir de ahí las estudiaremos a nivel técnico para ver cuáles son viables.
¿Vitoria tendrá más suelo industrial que el previsto en el documento inicial, como piden los empresarios?
–Todavía no hemos recibido todas las alegaciones (esta entrevista se realizó el jueves). Me podré pronunciar una vez analizadas y consensuadas con el sector.
El PGOU también ha generado dudas y recelos entre los constructores por las restricciones a la edificación de nuevas viviendas.
–Claro, es que hay muchísimas dudas. Y para eso está este plazo de alegaciones. Pero, desde luego, aportaremos entre todas las partes para conformar el mejor Plan. Porque va a marcar el futuro de la ciudad. A partir de ahora podremos establecer ciertas conclusiones. Cuantas más alegaciones lleguen y cuanto más proactivas sean para poder construir un Plan General adecuado para todas las personas que vivimos aquí, mejor.
Los propietarios del sector 17 han llamado a una solución negociada en su contencioso con el Ayuntamiento tras la primera sentencia favorable a sus intereses. ¿Van a sentarse con ellos?
–Yo me voy a sentar con todo el mundo que lo solicite, por supuesto. Veremos a ver qué intereses se marcan y cuáles son las posibilidades que hay a nivel jurídico.
¿Una permuta de terrenos podría ser una solución?
–Hay muchísimas soluciones posibles, pero hay que bajarlas a tierra a nivel técnico. No se puede llegar aquí y hacer sentencias sin una base jurídica. Habrá que estudiarlo y, a partir de ahí, poder elaborar ciertas conclusiones. No me quiero precipitar.
Se ha reunido también esta semana con el consejero Iñaki Arriola para tratar el problema de la vivienda en Vitoria. ¿Qué medidas va a tomar para resolverlo?
–Ya hemos conseguido resolver el acuerdo que ya existía, que estaba muy bloqueado desde 2007. Y lo primero que quiero ahora, desde luego, es engrasar las relaciones del Ayuntamiento con el Gobierno Vasco y el consejero Arriola. Eso es lo que hemos querido visibilizar: un trabajo conjunto, una coordinación y una confianza en un trabajo interinstitucional para dar respuesta a las necesidades que hay. Tenemos más de 9.000 personas en lista de espera solicitando una vivienda de alquiler protegido. Vamos a trabajar una estrategia conjunta para dar solución cuanto antes a esta demanda.
Más allá de la reforma de Los Herrán, ¿qué otras calles o espacios importantes de la ciudad va a apostar por reformar esta legislatura?
–Tenemos muchas obras todavía por finalizar y presentar. Está todo el entorno del Memorial de víctimas, que ha cambiado absolutamente y tiene que acabar ya para finales de verano. Está también la apertura de la Oficina de los Mayores, que va a ser inminente, o la comisaría de José Erbina. El Bizan de Zaramaga, el comedor del Bizan de El Pilar... Hay muchas obras que están ya a punto de caramelo.
Ya habrá entonces tiempo de hablar de nuevos proyectos.
–Estamos trabajando con los fondos europeos para ver sobre qué proyectos podemos trabajar. Ahí está el mirador del Casco Medieval o la reforma del palacio Maturana-Verástegui, donde vamos a ofrecer muchísimas visitas guiadas.
¿Cómo valora el estudio de alternativas para solventar la congestión de tráfico en el Sur?
–Acabamos de recibir el informe y ahora tendremos que sentarnos y estudiar el análisis técnico y cuáles son las soluciones propuestas. Con cautela, prudencia, veremos cuáles son las soluciones que se ofrecen y las que podemos adoptar.
Prometió en la campaña electoral que abriría el carril del BEI a los taxis, mientras que sus socios del PNV apostaron incluso por eliminar carriles en algunos tramos. ¿Qué se va a hacer finalmente?
–Vamos a ver qué soluciones se pueden dar. Acabamos de conformar el gobierno y los concejales están en sus despachos trabajando, conociendo a sus equipos técnicos. Pero vamos a seguir apostando por la movilidad sostenible de una manera clara. El BEI ha tenido un año de entrada y todo lo que llega nuevo tiene que ir limando las dificultades. Por ejemplo, hace poco se dispusieron unos semáforos frente a la ikastola Abendaño. Todo inicio tiene sus dificultades y vamos a ir solventándolas. En mi ánimo está dar más seguridad, que es donde se han centrado las quejas vecinales.
¿En qué situación se ha quedado el proyecto Urteim tras el fallecimiento de Juan Mari Uriarte?
–El otro día estuve reunida con la persona que lleva los temas de Juan Mari Uriarte y me dijo que se están dando pasos. Lo que sí sé es que en breve, estos días, se va a abrir la tienda de Valor en la calle San Prudencio, que es un nuevo paso en la apertura de nuevos establecimientos.
Pero más allá de aperturas ya previstas, el plan no se va a parar.
–No. Es lo que nos han dicho los representantes de Uriarte.
Ha ido muy lento este tema.
–Sí, aunque yo creo que ha sido más lo que se ha generado también en la opinión pública. Ha habido una opinión también sobre qué tipo de locales se abrían, pero esto es una iniciativa privada y la respetamos. Desde luego que, como institución, también nos ha parecido lento, pero también hay que tener en cuenta que pilló por medio una pandemia y que la realidad del comercio ha ido cambiando. A partir de ahí, se han ido dando pasos y todos los locales de San Prudencio y Dato están cubiertos.
¿Estamos a tiempo de revertir el declive del centro de la ciudad?
–Yo discrepo un poco con las personas que hablan de una manera tremendista de la realidad del centro de Vitoria. No hay nada más que pasearse para ver la actividad que tenemos. Hace poco se han celebrado Kaldearte, el Azkena Rock, ahora el Tour... vamos a dejar las voces críticas a un lado y verlo con objetividad. Hay que hablar bien del centro y de nuestra ciudad. No podemos estar siempre criticando a nuestra propia ciudad. Desde luego, ahí no me van a ver a mí.
Se ha mostrado partidaria de acabar con el atasco en la concesión de l icencias para abrir nuevos negocios. ¿Se va a agilizar este tema?
–Esta fue una de las primeras indicaciones que di al concejal de Modelo de Ciudad, Vivienda y Medio Ambiente (Borja Rodríguez). Tenemos que ir dando pasos por las peticiones que nos ha hecho el sector. Yo también lo he vivido como empresaria. Comparto absolutamente la opinión de que la concesión de licencias es muy lenta. Hay que agilizar esto. Vamos a dar pasos para dar la mejor solución posible. Conozco muchísimos empresarios y emprendedores que se ven en una situación de tapón.
Reforma del Teatro Principal. ¿Cuándo saldrá a concurso la obra?
–El proyecto definitivo lo vamos a tener este verano. Y a partir de ahí pondremos en marcha la licitación.
Estamos ya en verano...
–Será inminente, pero tenemos que cerrar todavía los plazos con la concejalía de Urbanismo.
Ha apostado por convertir el Iradier Arena en el “principal escenario cultural” de Vitoria. ¿Habrá una reforma ambiciosa esta legislatura?
–Vamos a tener primero la reforma del Teatro Principal. Y una vez que se culmine, vamos a apostar por el Iradier Arena. Además, es una de las apuestas que todos los grupos hablamos en campaña electoral. Veremos las posibilidades. No me gusta adelantar ni plazos ni modelo de reforma porque todavía tenemos que atender a los estudios técnicos, presupuestos... Pero, desde luego, es una de las apuestas que vamos a hacer y ojalá haya un acuerdo con los diferentes grupos para remodelar este espacio.
¿Cuándo abrirá el Gasteiz Antzokia?
–No puedo decir el día exacto porque lo desconozco, pero a lo largo de este verano iremos presentando todas las obras pendientes. No quiero adelantar nada, porque me faltan los conocimientos técnicos y específicos. Pero está al caer. Hay que tener en cuenta también que ahora entramos en otra campaña electoral.
Los acuerdos con la oposición van a ser imprescindibles esta legislatura. Teniendo en cuenta que fue el PP el partido que facilitó su investidura, ¿será la primera fuerza con la que hablará su gobierno a la hora de alcanzar acuerdos?
–Buscaremos acuerdos con todas las fuerzas políticas. Con Elkarrekin, con el PP y EH Bildu. No solo con unos.
Así que la geometría variable va a ser la tónica en este mandato.
–Sí, efectivamente. Necesitamos apoyos para sacar los proyectos adelante. La legislatura pasada ya lo hicimos con Elkarrekin para aprobar los presupuestos. Y hay muy buena sintonía con ellos. Pero vamos a intentar ampliarla a otros grupos y apostaré por generar acuerdos de ciudad en temas que son muy importantes.