Los coleccionistas y aficionados a recordar todo tipo de efemérides y conmemoraciones en esas pequeñas insignias metálicas tienen marcada la fecha de mañana sábado como punto de reunión en su anual encuentro en Gasteiz.

Esta edición, la número 17, que les reunirá durante toda la jornada en el hotel Silken Ciudad de Vitoria será la de la vuelta a la total normalidad después de celebrar el encuentro hace doce meses “protegidos todavía con mascarillas, estando todos de pie y sin poder formar grupos grandes o juntarnos alrededor de una mesa”, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Álvaro Tolosa, organizador del evento e integrante de la Asociación de Coleccionistas de Pins de Álava, Orratz.

Al igual que los cerca de 80 coleccionistas que se personarán en las dependencias del hotel, Tolosa desplegará parte de una colección que atesora desde hace 36 años y que ha llegado a alcanzar la descomunal cifra de 14.000 pines.

En un intento de poner freno a esa cantidad y para que no siguiera incrementándose “decidí centrarme en seguir coleccionando sobre una serie de temas concretos y empecé a deshacerme del resto a través de intercambio con otros coleccionistas”, relata Tolosa.

El intercambio de pines entre los presentes es el espíritu que mueve a los asistentes. | FOTO: CEDIDA

“Todos tenemos muchas ganas de juntarnos desde primera hora y comenzar con ese habitual intercambio de los pins que tiene uno y los que le faltan a otro, en una especie de pequeño menudeo”, esboza con una sonrisa.

Ese espíritu de intercambio el que preside y reina durante toda la jornada. “Hay que tener en cuenta que somos coleccionistas y no tenemos ningún ansia de que se parezca a una feria comercial”, concreta Álvaro. En encuentros de otros años sí que llegaban a personarse auténticos mercaderes de pines que, en lugar de intercambiar, procedían a vender sus pequeñas obras de arte metálicas.

Con el pretexto de volver a encontrarse tras los duros años de la pandemia se retomará el programa de años tradicional con un almuerzo incluido para todas las personas que se hayan apuntado a lo largo de la semana. Esperan los organizadores volver a ver a habituales locos del pin llegados de puntos tan distantes y lejanos como Tarragona, Alicante o A Coruña y otros de más cerca como Pamplona o Logroño.

La muestra que va a reunir a estos aficionados va a tener también otros elementos como coleccionistas de calendarios, reflejo de una afición que no decae con el paso de los años y que pese a la evolución de los tiempos se mantiene como un ritual entre los nostálgicos de los almanaques de papel y cartón, que cada mes pasan la hoja.

Además de eso los curiosos de tiempos pasados se van a poder encontrar con una “muestra pequeña de banderines, coches de época a escala o antiguos programas de fiestas de La Blanca”, enumera Álvaro Tolosa a modo de anzuelo para despertar el interés y atraer a más visitantes mañana.