Después de un sábado muy desapacible con lluvia por la tarde, los vitorianos se despertaron el domingo con una sorpresa: a mediados de marzo el sol brillaba desde primera hora en la capital alavesa, con temperaturas muy agradables.

Y la gente se echó a la calle, buscando un sitio para potear al mediodía y una terraza donde poder comer al sol.

"Parece que nadie quiere volver a casa hoy", se escuchaba entre los camareros que atendían sin parar las terrazas de la calle 8 de marzo del barrio de Salburua, que estuvieron llenas al mediodía.

Pero hubo un restaurante de Vitoria donde se desbordaron todas las expectativas.

Minutos antes de las dos de la tarde una larga cola comenzó a formarse para intentar comer en su famosa terraza.

Y es que una de las cervecerías de referencia para los vitorianos como es La Duna se convirtió este domingo en el sitio elegido por decenas de personas que pensaron en el mismo plan: comer un pollo asado en la terraza.

A las tres se quedaron sin pollos

En Portal de Bergara, este restaurante cuenta con una espectacular y amplia terraza donde disfrutar del buen tiempo.

Pero el domingo fue tal la demanda (tanto para comer allí como para llevar) que se desbordaron todas las previsiones y a las tres de la tarde se quedaron sin pollos, una situación que pilló por sorpresa a los propios comensales.

"En verano nunca pasa, salen pollos continuamente para cenar y comer, pero claro, un fin de semana de marzo es diferente. Quién iba a saber que iba a venir tanta gente a comer a La Duna un 11 de marzo en Vitoria", comentaba una familia que había cogido sitio a la una y media.

Con mesas y bancos de madera para grupos grandes y pequeños, La Duna tiene como seña de identidad inconfundible el pollo asado que cocinan allí mismo con un éxito espectacular por su relación calidad precio.

Terraza de La Duna en verano, con mesas y bancos de madera para grupos grandes y pequeños

Son muchos los que eligen el clásico menú: pollo (12.50 euros), patatas, ensalada y cerveza.

Más que pollos asados

Situado en Gamarra, este mítico restaurante de la calle Portal de Bergara va más allá de sus populares pollos asados con patatas.

En verano, después de pasar el día en las piscinas de Gamarra o de dar un paseo por Salburua, son muchos los vitorianos que se acercan a media tarde a tomar unas cervezas y cenar algo en su cotizada terraza que muchos días, sobre todo los fines de semana, se llena.

Además del menú del día, los platos combinados y los pintxos de la barra, donde la tortilla de patata triunfa, en la carta hay 'otro picoteo' para acompañar a los pollos asados además de la ensalada ilustrada: morcilla, txopitos y croquetas, entre otras opciones.

Sin olvidar los platos de carne y pescados que ofrecen, además de hamburguesas.