¿Sabía que los artesanos de la ciudad romana de Veleia trabajaban el hueso para hacer adornos o mangos de cuchillos y espadas? ¿O que, dependiendo de la ocasión, sus moradores utilizaban un tipo de vajilla más modesta u otra más lujosa a la hora de alimentarse?

¿Alguna vez había oído hablar de la Cohors I Gallica, la guarnición propia de este enclave? ¿Y conocía la afición de sus soldados, en sus horas de guardia, por el juego de los dados?

Estas fueron solo unas pocas de las muchísimas curiosidades que en la mañana de ayer pudieron conocer quienes se acercaron al museo Bibat de Gasteiz y participaron en la iniciativa Reflejos de la vida romana de Veleia, impulsada por la asociación local que comparte nombre con aquel histórico ejército.

Fue para todos ellos un ilustrativo viaje a través de las actividades cotidianas de la ciudad romana, sus costumbres y materiales, desde la alimentación, los vestidos y complementos, el aseo y el cuidado personal hasta la vida personal de los soldados.

El Bibat revisita la vida en Veleia. Jorge Muñoz

La actividad permitió igualmente conocer a los visitantes qué restos arqueológicos de la época han llegado hasta nuestros días, pues muchos de ellos están expuestos en el Bibat, así como ver y tocar buena parte de ellos gracias a las reconstrucciones realizadas por el propio colectivo.

El viaje se desarrolló, como no podía ser de otra forma, en la tercera planta del museo ubicado en la calle Cuchillería, que está dedicada a la época romana y la Edad Media.

“La idea era mostrar todo lo que el visitante puede ver en estas vitrinas, que ha aparecido en yacimientos, a través de materiales reconstruidos por nosotros, de forma que los puedan tocar. Es como ver todas estas vitrinas en movimiento. No es lo mismo ver una punta de flecha en un expositor, donde se queda muda, que situarla en su contexto”, detalló en conversación con este periódico Alberto Moreno, de la asociación Cohors I Gallica, ataviado con la vestimenta de paseo típica de un tribuno, el oficial al mando del ejército de Veleia.

El Bibat revisita la vida en Veleia. Jorge Muñoz

La muestra se repartió en cinco puestos distintos, uno de los cuales estuvo dedicado a la religión y custodiado por un augur, el sacerdote que en la antigua Roma se dedicaba a practicar adivinaciones.

El segundo tuvo como temática la vida militar, las diferentes armas que empleaban los soldados de Veleia, sus cascos o incluso el calzado con el que pisaban el terreno, y estuvo vigilado de cerca por militares vestidos de infantería tanto ligera como pesada.

El tercero, donde una domina mostró la amplia variedad de ungüentos, postizos o joyería que se utilizaban en la época en compañía de su criada de confianza, estuvo dedicado al aseo y el cuidado personal.

Alimentación y artesanía

Un cuarto puesto tuvo como hilo conductor la alimentación de la época, un espacio donde se representó el contraste entre los caros materiales que se utilizaban en los grandes banquetes en comparación con los que empleaban los soldados en el campamento. Los visitantes pudieron descubrir qué se comía, cómo cocinaban sus moradores e incluso cómo elaboraban el pan.

El último puesto estuvo dedicado a la artesanía, a materiales como el cuero, el hueso o la madera, que permitían a los habitantes de Veleia contar con útiles y herramientas de todo tipo.

“La respuesta ha sido muy buena. Ha habido muchos visitantes, han mostrado interés y han preguntado mucho. Estamos muy contentos, porque lo que nos gusta es divulgar todas estas cosas pero de una forma didáctica, para grandes y para pequeños”, celebró Moreno pocos minutos antes de concluir la muestra.