El primero de los dos acusados por el asesinato de Pilar Arbulo, la anciana de 75 años que falleció el 14 de mayo de 2019 tras ser agredida durante un robo en Vitoria, en el barrio de Aranbizkarra, ha negado toda participación en los hechos.
La Audiencia Provincial de Álava acoge este lunes la primera jornada del juicio contra los dos jóvenes acusados por la muerte de esta mujer, que falleció dos días después de haber sido víctima de un robo con violencia en el ascensor del edificio en el que residía.
La Fiscalía solicita para cada uno de los dos acusados 25 años de cárcel por un presunto delito de asesinato y de otros cinco años de cárcel por un delito de robo con violencia. Las defensas reclaman la absolución de sus representados, al considerar que no existe prueba alguna que los vincule con lo ocurrido.
El Ministerio Fiscal considera acreditado, según se recoge en su escrito de acusación, que ambos acusados siguieron el 12 de mayo de 2019 a P.A. cuando regresaba a su casa tras haber acudido a una lavandería a lavar la ropa.
La fiscal en el juicio ha mantenido que ambos utilizaron una violencia "extrema" y que no podían desconocer que con su actuación iban a desencadenar su muerte.
La fiscal ha explicado a los miembros del tribunal que acusa porque existen indicios "claros" y "objetivos" contra los dos procesados, quienes agredieron "brutalmente" a la mujer y la golpearon con "extrema violencia". Ha afirmado que con esa actuación no podían desconocer que iban a desencadenar "sí o sí" su muerte". "Sabían lo que hacían y querían hacerlo", ha subrayado.
También ha destacado en que los dos acusados reconocieron durante la instrucción en sede judicial los hechos.
Muy diferentes han sido los argumentos que han presentado ante el jurado los abogados de la defensa. Ambos han recalcado la presunción de inocencia que se les debe a los acusados, han pedido al jurado que se olvide de perjuicios, ya que se trata de dos hombres de origen extranjero (Ucrania y Macedonia) con antecedentes por otras causas, y han recalcado que no existen esas pruebas contundentes contra ellos que dice la Fiscalía.
Han recordado que la víctima antes de fallecer relató ante varios testigos que las personas que la habían atacado eran de origen magrebí y han explicado en que en el lugar de los hechos no se han localizado huellas ni restos de ADN de ellos. Incluso uno de los abogados ha indicado que hay testigos que sitúan a su defendido en otro lugar.
"No estamos ante los autores de estos hechos", ha afirmado uno de los abogados de la defensa, que ha calificado de "barbaridad" y "exageración" lo que la Fiscalía mantiene en su escrito de acusación.
Ya por la tarde ha comenzado la declaración de los dos acusados. El primero que ha declarado ha asegurado que nunca estuvo en el lugar de los hechos y que todo lo que dijo en sede judicial tras ser detenido días después del suceso fue porque la "policía" le dijo que si reconocía los hechos le dejarían en libertad.
Durante el interrogatorio hoy por la fiscal, este se ha limitado a negar lo dicho por él en instrucción, en ocasiones ha afirmado que se había confundido y en otras que no se acordaba. También ha argumentado que padece esquizofrenia y que el día de los hechos había consumido drogas.
La vista por estos hechos se prolongará durante otras seis sesiones hasta el próximo 2 de noviembre cuando está previsto que el jurado se retire a deliberar para concluir con el veredicto que servirá para que el magistrado presidente dicte sentencia.
Robo en el ascensor
Los dos acusados, según mantiene la Fiscalía, alcanzaron a la mujer, que en el momento de los hechos tenía 75 años de edad, cuando estaba abriendo la puerta del portal, tras lo que accedieron junto a ella al ascensor y activaron el botón del quinto piso.
El Ministerio Público sostiene que, en el transcurso del trayecto, los acusados "agredieron brutalmente a la mujer", a la que taparon la boca y la nariz y golpearon "con extrema violencia" en el tórax, en la cabeza y en otras partes del cuerpo. Todo ello -añade-- "aprovechándose de la inferioridad" física de Pilar Arbulo., que tenía 75 años y que apenas pesaba 40 kilos.
