El PNV de Araba eligió ayer la Montaña Alavesa para retomar la celebración de la cuarta edición del Alderdikide Eguna, después de tres años de parón por la pandemia, y realizar un homenaje a dos históricos del nacionalismo alavés como Xabier Agirre y Félix Ormazabal, fallecidos en este paréntesis.

El PNV ensalza el “compromiso ético” de Félix Ormazabal y Xabier Agirre

En Maeztu se dieron cita el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, junto al máximo dirigente del ABB, José Antonio Suso, la portavoz del grupo vasco en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia y el presidente de la Cuadrilla de Montaña Alavesa y alcalde de Arraia-Maeztu, Anartz Gorrotxategi, como anfitrión. Un lugar destacado entre la militancia que se dio cita en el frontón ocuparon las viudas de Agirre y Ormazabal, Mari Paz Garagalza y Elena Armengol, respectivamente, acompañadas por familiares. Ambas recibieron del presidente del EBB una simbólica argizaiola y sendas fotografías en las que Ortuzar estampó de su puño y letra una dedicatoria. La referida a Xabier Agirre rezaba Dana emon behar jako maite dan askatasunari; y la de Félix Ormazabal, Non hago, zer larretan, Araiako artzaina. Al acto también acudieron el diputado general de Araba, Ramiro González; la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal; el presidente de las Juntas Generales de Álava, Pedro Elosegi; el alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran, y el burukide responsable del Área de Organización del EBB, Joseba Aurrekoetxea.

En las diferentes intervenciones que se sucedieron a lo largo de la soleada y cada vez más calurosa matinal, fue Andoni Ortuzar el que no dudó en calificar a Xabier Agirre y Félix Ormazabal como dos “ejemplos que personifican de modo inmejorable dos de los aspectos que han caracterizado al PNV durante sus 127 años de existencia: por un lado, una inequívoca vocación de servicio público, de servicio al pueblo vasco, tanto desde el partido como desde las instituciones; y, por el otro, un compromiso ético intachable, porque el PNV siempre ha estado en la lado correcto de la historia, ya fuera en la Guerra Civil, en la dictadura, en la transición o en los años de plomo. Siempre hemos estado en el lado correcto, algo que no todos en este país pueden decir”, espetó Ortuzar como principal mensaje lanzado a los numerosos afiliados y simpatizantes jeltzales sentados en la pista del frontón.

José Antonio Suso, presidente del ABB, puso en valor el compromiso de Félix Ormazabal y Xabier Agirre con EAJ-PNV, a los que “tocó reconstruir la casa del PNV alavés para convertirla en el edificio sólido que es hoy”. Suso destacó el trabajo que ambos realizaron en sus respectivas etapas como diputado general de Álava. En el caso de Suso, compartió presencia en el ejecutivo foral cuando Ormazabal estuvo frente de la institución con el cargo de diputado foral de Agricultura.

Un ejemplo donde mirarse

Siempre actuaron “en beneficio del desarrollo del territorio alavés y de una sociedad alavesa plural que exige diálogo y acuerdo. Suelen decir que la ciudad y lo rural viven de espaldas. Debe de ser un tópico porque nunca un VTV, como se denominaba a sí mismo Xabier Agirre, y un hombre de campo, como se sentía Félix Ormazabal, compartieron tanto. Ambos, abertzales por convicción. Ambos, alderdikides de corazón. Vocación de servicio. Valores y principios éticos profundos. Honradez y coherencia. Tenacidad y rigurosidad en el trabajo. Los dos, referentes del nacionalismo alavés, en cuyo espejo se han mirado las generaciones posteriores y, a buen seguro, se mirarán las que vendrán”, concluyó José Antonio Suso.