Durante todo un fin de semana los vecinos de Aranbizkarra han podido disfrutar de múltiples actividades en las fiestas del barrio vitoriano, que ya los días 27, 28 y 29 de junio arrancaron con juegos infantiles y talleres en el centro Amaia, y que tuvieron su pistoletazo de salida oficial el viernes a as 18.30 horas, con la apertura del espacio de txosnas y minutos más tarde con la bajada del Patato. Luego vino el txupinazo, la kalejira acompañada de una txaranga que fueron calentando el ambiente y la apertura del Gargantúa para los más pequeños.

Ya a las 22.00 horas, Berandu baino lehen, Inguma y Malakia&Maixa se subieron al escenario de las txosnas para ofrecer una noche de conciertos que se prolongó hasta la madrugada del sábado.

Con apenas unas pocas de horas de sueño reparador para los más jóvenes y algunas más para los más mayores, a mediodía del sábado los vecinos del barrio celebraron un pintxo pote amenizado por txistularis, haciendo tiempo antes de la comida popular a la que siguió una sesión de bertsos en el espacio festivo y la final del campeonato de mus.

Una nueva noche de fiesta arrancó a las 21.00 horas con los Conciertos de Solidaridad a cargo de Trikoma, Suaia&Dubakustik, Raimundo el Canastero, DJ-A Karpan:Komandü y Lokatz Hifi.

Operarios de limpieza de la ciudad se afanaban a mediodía de ayer domingo para adecentar un espacio festivo en el que las huellas de la fiesta de la noche anterior eran más que patentes. El barrio se desperezaba poco a poco en una luminosa jornada de domingo en la que coincidían en el entorno festivo las personas que salían de misa con los jóvenes que preparaban las txosnas para una nueva jornada de celebración.

Junto a la gran carpa y al escenario de los conciertos, el recinto ferial permanecía cerrado para disgusto de unos cuantos padres que acudieron con sus hijos para disfrutar de las barracas y que tuvieron que cambiar sus planes. Había alternativas en todo caso, pues tras las dianas y los cohetes de la mañana tocaba celebrar la marianitada, que reunió al vecindario en torno a los bares del barrio, aprovechando que el tiempo acompañaba.

Además, todavía quedaba mucho domingo por delante. A las 17.30 horas, de hecho, el ambiente floreció de nuevo tras la hora de la comida con los bailes de Sandino, y a las 19.00 horas se celebró una sesión de teatro infantil a la que siguió una actuación de txistus y gaitas con la que las fiestas de Aranbizkarra de 2022 iban tocando a su fin. Así, a las 20.00 horas el Patato se despidió hasta el año que viene y ya solo quedó el Gargantúa para que los niños que empezaron la celebración a principios de semana fueran también quienes la cerraran.