A pesar de mantener las previsiones de crecimiento económico, el Gobierno vasco sigue temiendo el impacto de la incierta e inestable guerra arancelaria emprendida por Donald Trump en las empresas vascas y ha puesto en marca el plan de ayuda anunciado por el lehendakari, Imanol Pradales, el pasado abril. El Consejo de Gobierno ha aprobado este martes la apertura de una línea de financiación de 450 millones de euros para apoyar, sobre todo, a las pymes más afectadas por los gravámenes de Estados Unidos.
Estos avales, que se concederán por tramos, serán gestionados a través de Elkargi y las principales entidades financieras de Euskadi. El objetivo de la ayuda es facilitar que las pequeñas y medianas empresas, ciertas grandes y las personas autónomas que desarrollen su actividad en sectores con mayor relación comercial con EE.UU. puedan atender sus necesidades de liquidez. El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d’Anjou, ha explicado que los interesados deberán gestionar el aval a través de Elkargi, que analizará las solicitudes caso por caso aplicando los criterios de análisis y decisión habituales. Los préstamos tendrán un plazo de amortización de cinco años, con un máximo de dos años de carencia al inicio.
Además, la financiación se concederá por tramos. La primera línea se activará hasta el 31 de diciembre de 2025 con 100 millones de euros, que se podrán ampliar con 350 millones adicionales. Esta nueva línea de financiación se enmarca en el Programa de Apoyo Financiero anunciado por el lehendakari durante la reunión del Grupo para la Defensa de la Industria del pasado 9 de abril. Este mecanismo busca atender las necesidades financieras de los sectores vascos más afectados por los aranceles.
D'Anjou ha explicado que las medidas adoptadas por la administración Trump "han introducido una grave disrupción en el comercio mundial, generando una gran incertidumbre sobre su evolución futura". Así, aunque aún "no se ha definido con claridad cuál será el marco normativo final" para el comercio internacional, el consejero ha defendido que el Gobierno vasco aplique "medidas extraordinarias".
En ese sentido, los nuevos convenios contribuirán, según D’Anjou, a "proteger nuestro tejido productivo, mantener el empleo y reforzar la resiliencia de nuestras empresas ante un entorno internacional cada vez más volátil".