La planta de Michelin en Vitoria ha recibido a la expectativa la noticia de que parte de la producción de la fábrica francesa de Vannes se derivará a sus instalaciones. La dirección de la factoría gasteiztarra aún desconoce las cifras exactas, pero advierte –en consonancia con el mensaje trasladado desde la central del Grupo– de que ese extra de actividad no será “significativo” para la fábrica de Vitoria, “ya que si se toma esta decisión es por el exceso de capacidad de fabricación estructural de este tipo de productos del Grupo en Europa”.

En la misma línea, las fuentes sindicales también apuntan a que no prevén demasiado impacto de esta medida en las instalaciones vitorianas.

Fuentes de la dirección de la factoría han trasladado que “noticias de este tipo nunca son buenas”, en la medida en que son “reflejo de dificultades de competitividad en Europa”. Esa carga extra de trabajo que asumirá Vitoria de producción de refuerzos metálicos llegará a la capital alavesa previsiblemente a principios de 2026.

Empleo o inversiones

La fábrica no prevé que esto vaya a tener ningún impacto en el empleo: ni espera la llegada de profesionales reubicados desde Vannes, por ejemplo, ni contempla recuperar a trabajadores que se acogieron a comienzos de año al plan de bajas incentivadas y reubicaciones.

“El contexto que nos llevó a adoptar las medida de 2024 no ha cambiado significativamente”, insisten.

La actividad extra tampoco supondrá ninguna inversión adicional en las instalaciones alavesas. “En cuanto al personal y sistemas de trabajo –concluyeron las fuentes de la empresa– los calendarios para 2025 se están estudiando en este momento para todas las actividades y se analizará con la parte social en las próximas semanas”.

Respecto a si esta decisión supone un gesto de recuperación de la confianza del Grupo en la planta de Vitoria, tras la conflictiva negociación del último convenio y la posterior decisión de la plantilla de Gasteiz de abandonar el comité intercentros, fuentes de la dirección señalaron que “la fábrica de Vitoria tiene que seguir trabajando para mejorar su competitividad, su clima social y el compromiso de las personas para juntos seguir construyendo el futuro y lograr los mejores resultados y las condiciones necesarias para afrontar los retos venideros”.

Desconfianza de la parte social

Desde la parte sindical, el secretario general de la sección sindical de CCOO en el Grupo en España, Octavio Álvaro, explica a este periódico que el cierre de las dos plantas galas no les ha supuesto una sorpresa –“planeaba la incertidumbre sobre varias fábricas francesas prácticamente desde hace un año”–, lamentando la pérdida de empleo en Europa y trasladando su solidaridad a los trabajadores afectados en Francia: “Nos queda presionar para poder incidir en los planes industriales, estratégicos y comerciales de la marca y tratar de aportar lo que podamos”.

“Michelin tiene una sobrecapacidad productiva en algunas actividades, el mercado baja y Michelin se adapta”, ha resumido.

Álvaro también apunta que, sin conocer aún las cifras exactas, esperan una “incidencia mínima” en las plantas que recibirán la carga extra de trabajo: “Es un plus, pero muy pequeño”, apunta teniendo en cuenta que las fábricas –en este caso las del Estado– ya están produciendo por debajo de su capacidad

Fuentes de CGT en el comité de Vitoria también hablaron de “mala noticia”, teniendo en cuenta la destrucción de empleo que supone en las dos fábricas. CGT considera que esta medida “forma parte de la estrategia de Clermont de fomento de la competitividad entre los propios centros de producción del Grupo para poder reducir costes y aumentar la productividad”. “En el caso concreto de la fábrica de Gasteiz –añadieron–, con esta decisión vuelve a demostrarse que la caída de la asignación productiva tiene más que ver con una simple campaña represiva coyuntural por las huelgas del convenio del año pasado que con la caída de la demanda”.

En declaraciones Efe, el representante de LAB Unai Arregi también abundó en esta línea, considerando “positivo que venga trabajo” pero para añadir que “las cierran porque les sale más caro que producirlo aquí y en el futuro igual nos encontramos en la misma situación”. “Nos gustaría trabajar más porque se vende más”, zanjó