La industria del automóvil continúa recibiendo los embates de la compleja situación que atraviesa el sector y hoy ha sido el turno de Michelin, que ha anunciado su intención de cerrar dos de sus plantas en Francia, las de Cholet y Vannes, “gravemente afectadas por la transformación estructural de los mercados de neumáticos de automóviles y furgonetas, y neumáticos para camiones, así como el empeoramiento de la competitividad de Europa, especialmente debido a la inflación y el aumento de los precios de la energía”.

Michelin advierte de que esa carga extra de actividad para Vitoria será "marginal" y previsiblemente no tendrá impacto en el empleo

Una decisión que, según ha explicado en una rueda de prensa online el director de Fabricación de la multinacional gala, Pierre Louis Dubourdeau, supondrá que parte la producción de refuerzos metálicos para neumáticos de camiones que hasta ahora realizaba Vannes se derivará a la factoría de Gasteiz.

Dubourdeau matizó que esa carga extra de actividad para Vitoria será “marginal”, “una pequeña recarga” de trabajo que previsiblemente no supondrá nuevas contrataciones.

Crisis del sector

Hace poco más de un año, Michelin ya anunció la reestructuración de su negocio en Alemania, con el cese gradual de producción hasta finales de 2025 en las plantas de Karlsruhe y Trier, así como la fabricación de neumáticos nuevos y productivos semiacabados en Homburg. 

La semana pasada, el Grupo Volkswagen confirmó su intención de cerrar, al menos, tres de sus diez fábricas en Alemania. La factoría de Mercedes-Benz en Vitoria también atraviesa un año complejo, con una treintena de jornadas suspendidas a lo largo de estos meses entre otras causas por el impacto de la bajada de la demanda y la perspectiva de un 2025 también complicado.

Y la propia planta de la marca de Bibendum en Gasteiz comenzó el año con un plan para hacer frente a la previsión de producción más baja “de los últimos 20 años”, con un “excedente” inicial de 150 trabajadores de los en torno a 3.500 trabajadores de la factoría, la principal fábrica del Grupo en el Estado.

Finalmente fueron 103 los trabajadores de la planta gasteiztarra los que entraron en el plan de bajas incentivadas y recolocaciones planteado por la empresa y aprobado por el comité el pasado diciembre. No obstante, Michelin ya ha deslizado que el aumento de carga de trabajo derivado de Vannes será “marginal”, en una factoría que además viene trabajando por debajo de su capacidad de producción, encadenando desactivaciones de turnos –si bien es cierto que en algunos talleres en los últimos meses se apreciaba un cambio de tendencia–. Por tanto, a priori, no parece que esta medida vaya a tener un impacto en el empleo.

Vannes: refuerzos metálicos

En concreto, Michelin, que tiene 15 centros productivos en Francia con 19.000 trabajadores –además de su sede central en Clermont-Ferrand–, abordará hasta principios de 2026 el cierre de las plantas de Cholet y Vannes, que tienen 1.254 empleados. En el caso de la factoría de Vannes, que emplea a 299 personas, produce principalmente refuerzos metálicos, cables que se utilizan posteriormente para fabricar neumáticos para camiones y turismos en las instalaciones de los clientes Michelin en España, Italia y el resto de Europa.

Plano aéreo de la planta de Michelin en Vannes. Michelin

El fabricante galo de neumáticos explica que “los volúmenes de producción en la planta de Vannes han disminuido continuamente, especialmente debido a los cambios en la demanda de las plantas de neumáticos para camiones del Grupo en Europa”. La producción de esta planta ha pasado de 41.000 toneladas en 2019 a las 34.000 toneladas previstas para 2024, “una tendencia sin perspectivas de recuperación”. 

Esas en torno a 34.000 toneladas se repartirán ahora entre la factoría francesa de Épinal y la de Vitoria, que ya cuenta con producción de refuerzos metálicos.

La fábrica de Cholet, que emplea a 955 trabajadores, se dedica fundamentalmente a los neumáticos para furgonetas de 17 pulgadas y más pequeños. Según explica la multinacional gala, el segmento de furgonetas se ha contraído “significativamente” en Europa, “con un gran impacto en los volúmenes de producción de la planta de Cholet, que cayeron de alrededor de 4.375 millones de unidades en 2019 a alrededor de 2.625 millones en 2024, sin perspectivas de recuperación”. La producción de Cholet se repartirá ahora entre el centro italiano de Cuneo y el polaco de Olsztyn.

Competencia de bajo coste y deterioro de la competitividad

Detrás de estos dos cierres, insistió la marca Bibendum, están “la transformación estructural de los mercados de neumáticos de automóviles y furgonetas, y neumáticos para camiones, así como el empeoramiento de la competitividad de Europa, especialmente debido a la inflación y el aumento de los precios de la energía”.

En este sentido, Michelin apunta directamente al escoramiento del mercado hacia los mercados de bajo coste, procedentes fundamentalmente de Asia, que perjudica al segmento de alta gama. 

Dubourdeau destacaba que un 10% del mercado europeo de neumáticos ha pasado de productos premium a los de bajo coste, básicamente asiáticos. Por ejemplo, a lo largo de una década, la cuota de mercado de los neumáticos básicos para turismos y furgonetas y camiones ha aumentado en 9 y 11 puntos, respectivamente, restando cuota a los segmentos premium correspondientes, que han caído en 11 y 8 puntos.

Por otra parte, ese empeoramiento de la competitividad que aprecia Michelin deriva, en parte, de los altos costes energéticos, así como de los impuestos de producción en Francia –muy superiores a otros países europeos– o a costes salariales altos, más elevados incluso que en Alemania, apunta la multinacional gala.