Un club de barrio para todo el mundo, sin exclusiones ni pruebas de acceso. Con esa idea surgió el San Martín hace 30 años y con ese mismo leitmotiv sigue trabajando hoy en día en favor del fútbol base.
Desde el verano de 1995 cuando once personas lo pusieron en marcha hasta la actualidad, en su ADN sigue perdurando esa filosofía. La pretensión era clara: que un niño que quisiera hacer deporte, pudiera hacerlo sin problema alguno. Pues bien, el objetivo de los fundadores se ha hecho realidad.
Y es por ello que este sábado tuvo lugar en los campos de fútbol de San Martín un emotivo acto de reconocimiento a los valientes padres que por aquellas fechas hicieron posible su puesta de largo.
“Funcionaba la AMPA dentro del colegio, pero sólo había equipos hasta infantiles. Luego al pasar a cadetes los chavales se quedaban colgados y por eso nos juntamos los once y lo llevamos adelante”, recuerda Juan Fuente, uno de los fundadores junto a Tomás Pérez, Pablo Carcedo, Juan José Zamora, Julián Valverde, Felipe Bravo, Javier Pascualena, Alfonso Esteban, Esteban Ruiz de Azua, Carlos Jorge y Bernardino Mendizabal.
Álex, hijo de Juan Fuente que por aquel entonces no podía jugar en el campo de su barrio al no haber estructura, y el resto de vástagos tuvieron a bien hace algunos meses agradecerles dicha iniciativa promoviendo este bonito acontecimiento, con el beneplácito de la actual directiva. “El club mantiene la lógica de ser abierto, de no excluir a nadie y de ahí que no haya pruebas de acceso”, ensalza Alex.
Y es que esa forma de actuar se ha convertido en un buen reclamo para que decenas de jóvenes del barrio y de otras zonas de Vitoria hayan corrido durante este tiempo por el hace un año remozado campo municipal.
Muchos de ellos participaron este sábado en un encuentro de viejas glorias y otros, hoy en día entrenadores, se enfrentaron a algunos padres en otro partido que amenizó la tarde antes de disfrutar de una cena en un céntrico restaurante gasteiztarra en la que se tributó el cálido homenaje a los directivos y sus esposas. “Ellas con su paciencia y apoyo a los aitas tuvieron igualmente un papel destacado”, reconoce Álex Fuente mucho tiempo después.
Inicios complicados
Y es que los comienzos no fueron fáciles. Sin dinero en la cuenta corriente había que sacarlo de donde fuera para acometer los primeros pagos. Así que a cada uno de los once impulsores le tocó aportar 10.000 de las antiguas pesetas. Mucho dinero por entonces.
“Sacamos el Regional ese año y casualmente quedó campeón, ascendiendo a Preferente”, rememora Juan Fuente, quien también elogia a las figuras del momento que apoyaron de manera entusiasta y desde su perspectiva aquella decisión.
“La idea de barrio era importante y en ese sentido tuvimos la suerte de toparnos con un parroco, un director del colegio y el concejal de Deportes de turno que nos pusieron todo tipo de facilidades”, enumera Juan entre la lista de agradecimientos.
Un buen espaldarazo, sin duda alguna, sobre el que asentar posteriormente el resto del proyecto. Paso a paso fue creciendo de manera vertiginosa el número de escuadras del San Martín, hasta incluso poner en pie de manera paralela en 2018 la estructura femenina: el Hauskaitz.
El club acoge a día de hoy y sin restricción alguna a 853 futbolistas en toda su pirámide. Todos ellos conforman las 47 escuadras que mantienen viva la filosofía de un club de barrio como el San Martín que ayer vivió una jornada inolvidable.
