Mientras Michelin afronta en su planta de Gasteiz un proceso de ajuste de producción para el próximo año que supondrá que el fabricante galo de neumáticos prescinda de 150 trabajadores de la factoría vitoriana –y de otros 26 en las instalaciones de Lasarte–, la marca de Bibendum ha anunciado que abre un proceso de reestructuración de actividad en Alemania en el plazo de los dos próximos años.

Según ha avanzado Michelin a los 1.410 trabajadores de las factorías afectadas, la multinacional ha decidido cesar gradualmente la producción de las plantas de Karlsruhe y Trier, así como la fabricación de neumáticos nuevos y productivos semiacabados en Homburg. Este proceso será progresivo hasta finales de 2025. 

Michelin también trasladará su centro de atención al cliente para Alemania, Austria y Suiza, actualmente ubicado en Karlsruhe, a Polonia para esa misma fecha. Este traslado afecta a 122 empleados.

Esta reestructuración no afectará al negocio de recauchutado de neumáticos para camiones de Homburg, que es el más grande de Michelin en Europa, ni a la planta de neumáticos para turismos de Bad Kreuznach.

El impacto de neumáticos 'low cost'

El fabricante francés alude en su comunicado a los neumáticos low cost para camiones procedentes de países asiáticos y el aumento de los costes de producción en Alemania como los dos motivos que le han llevado finalmente a tomar esta decisión “para hacer frente a estas tendencias a largo plazo”. En este sentido, Michelin insiste en que su cifra de ventas aumentó en el último año debido a la mejora del mix y a la prioridad del Grupo en los segmentos de alto valor añadido. “Sin embargo, los volúmenes han bajado en un entorno de mercado desafiante”, añade.

Según apunta Michelin, entre 2013 y 2022, la cuota de mercado de los neumáticos low cost, principalmente de países con bajos costes de producción, ha aumentado 11 puntos, lo que ha implicado una contracción del segmento premium y a una pérdida de cuota de mercado.

"Esta decisión inevitable fue muy difícil y doloroso de tomar. El compromiso de nuestros empleados, el progreso realizado y las inversiones efectuadas en los últimos años en los centros afectados ya no pueden compensar las fuertes presiones"

María Röttiger - Directora de la región de Europa del Norte de Michelin

Por otra parte, apunta que “las recientes crisis sanitarias y geopolíticas y su impacto en los precios de la energía, la logística y las materias primas, junto con la elevada inflación, han provocado nuevos efectos negativos en la competitividad de la industria alemana”. “En julio de 2023 en Alemania, los precios del gas natural utilizado con fines industriales se habían más que duplicado en comparación con 2015, mientras que el precio de la electricidad había aumentado un 51%”, añade.

La multinacional avanza su intención de ofrecer a los trabajadores afectados en Alemania medidas de apoyo, al tiempo que ratifica su apuesta por la actividad en territorio germano, donde mantendrá 2.780 empleos: “Como cuna de una industria automovilística de vanguardia, Alemania sigue siendo un mercado muy importante para Michelin”.

Críticas de ELA y LAB

Mientras tanto, a la espera de la nueva reunión de este viernes entre la dirección de la planta de Vitoria y el comité, ELA y LAB han hecho públicos sendos comunicados en los que expresan su disconformidad con las causas alegadas por la empresa para justificar la necesidad de los 150 “excedentes” que el viernes pasado puso sobre la mesa, como consecuencia de la previsión de producción “más baja de los últimos veinte años” para 2024.

En opinión de ELA, las causas aducidas “no son realmente las expuestas, sino que son un castigo y un intento de amedrentar a una plantilla que decidió pelear por mejorar sus condiciones de trabajo los pasados meses”, por lo que avanza que pondrá “todas las herramientas sindicales y jurídicas para proteger los derechos fundamentales de la plantilla”.

LAB también cuestionó los argumentos de la empresa para los ajustes anunciados e insistió en que “cualquier salida supone destrucción de puestos de trabajo”. “Nos parece precipitado hablar de qué tipo de salidas se deben dar, sin cuestionar si son o no necesarias”, añadió.