El goteo de malas noticias en forma de ajustes de producción que la planta de Michelin en Vitoria venía sufriendo desde hace ya algún tiempo ha dado un salto cualitativo que se fundamenta, según han explicado fuentes de la empresa a este periódico, ante el sombrío horizonte de producción para el próximo año, “el más bajo de los últimos 20 años”. Un contexto en el que la dirección de la factoría ha comunicado hoy al comité la decisión de adoptar tres medidas: prescindir de 150 de los en torno a 3.500 empleados de la planta –es la más grande de la multinacional gala en el Estado–, ajustar calendarios para unos 650 personas en fabricación y paralizar inversiones previstas para los próximos tres años por valor de 75 millones de euros.

Según han explicado las mencionadas fuentes, estas medidas se enmarcan exclusivamente en una coyuntura general de “volumen a la baja” de pedidos y de exceso de producción general pero que, insisten, afecta particularmente a Europa. Como referencia, apuntan a la bajada de ventas del 27% de neumáticos para turismo en los últimos cinco años.

En este sentido, hace apenas diez días Bridgestone anunció un ERTE para todas sus fábricas en el Estado alegando el exceso de stock almacenado y la reducción de pedidos. La alemana Continental también acaba de notificar que recortará miles de empleos de su división de automoción en todo el mundo.

La dirección de Michelin Vitoria y el comité de empresa estaban convocados esta mañana a una reunión extraordinaria para abordar los calendarios del próximo año. Ha sido en el marco de esta reunión cuando la empresa trasladó a la parte social la existencia de un “excedente” de 150 personas, al que suman también otros 26 trabajadores de la factoría de Lasarte. En apenas dos meses, Michelin ha comunicado varias reducciones de producción en Vitoria para este último trimestre de 2023, una circunstancia que ha acabado por llevar prácticamente al límite el sistema de flexibilidad de la planta, explican las fuentes de la empresa.

En cualquier caso, según avanzaron estas fuentes, la voluntad de la empresa es recurrir a medidas lo menos traumáticas posibles para acometer esta reducción de plantilla, mediante bajas incentivadas, prejubilaciones u otras posibilidades.

Ante esta situación, la dirección también procederá al ajuste de los calendarios laborales de 650 empleados de fabricación de Vitoria –la misma medida se tomará para 240 trabajadores de Lasarte–, que podrían ver reducidas sus jornadas. 

Paralización de inversiones

La tercera medida anunciada por la dirección es la paralización de inversiones previstas en la factoría gasteiztarra para los próximos tres años por valor de 75 millones de euros. Esto no significa que Michelin frene todas sus apuestas económicas en la planta de Vitoria, puesto que mantiene inversiones para ese periodo de 150 millones de euros.

Por ejemplo, el fabricante galo de neumáticos mantiene la apuesta anunciada en enero del proyecto Acoustic, el nuevo neumático silencioso cuyo inicio de producción se preveía para comienzos de 2024. Esta iniciativa que preveía una inversión de casi cuatro millones de euros y una ampliación de las instalaciones de fabricación de neumáticos para turismos con una superficie adicional de 600 metros cuadrados dentro del perímetro actual, así como la instalación de nueva maquinaria de fabricación. 

Según han explicado fuentes sindicales consultadas, el comité ha reclamado a la dirección información por escrito de todas las medidas adelantadas ayer y está prevista una nueva reunión de las partes el próximo lunes.

Ajustes previos de 5.850 toneladas

El pasado 3 de octubre, la dirección de la planta de Vitoria comunicó la decisión de dejar de producir unas 2.000 toneladas de neumáticos de ingeniería civil hasta fin de año, una medida que afectaba a unos 1.350 trabajadores.

Un mes después, el 3 de noviembre, volvía a anunciar un recorte de 850 toneladas –450 toneladas de ruedas de ingeniería civil y 400 toneladas de neumáticos de turismo–, lo que suponía la desactivación de turnos de unos 1.300 trabajadores en noviembre. Finalmente, el pasado día 17 canceló la fabricación de más de 3.000 toneladas, ajuste que afectó a 573 operarios. 

Un año convulso

Esta decisión de Michelin viene a cerrar un año convulso en la factoría del fabricante de neumáticos en Gasteiz, que tuvo su punto álgido en la conflictiva negociación del convenio 2023-26, durante la que se vivieron cuatro jornadas de huelga y que acabó derivando en la reciente resolución de la plantilla de abandonar el comité intercentros.

Un contexto en el que el entonces todavía director de la planta de Vitoria, César Moñux, advirtió en junio que “en Michelin no se entiende la confrontación para llegar a acuerdos. Estos acontecimientos están afectando no sólo a nuestras personas, sino también están dañando lo más importante para nuestro futuro que es nuestra credibilidad”.

Fuentes de la empresa insisten, no obstante, en que las medidas anunciadas ahora no tienen que ver con esa “pérdida de confianza” de la dirección de Clermont-Ferrand en la factoría vitoriana, a la que tanto empresa como sindicatos aludieron por ejemplo cuando se conoció el ajuste de producción de octubre pasado.

Disconformidad y rechazo de los sindicatos

En cualquier caso, los sindicatos han mostrado su rechazo a las medidas anunciadas. Así lo ha hecho LAB por ejemplo, considerando que “no se puede entender este anuncio sino como el comienzo de un proceso que lleva tiempo azuzando”. “La empresa lleva varios meses hablando de pérdida de carga de trabajo, de plantilla sobredimensionada, de que hay gente que sobra, de nuevo de pérdida de confianza en la planta de Gasteiz –sostuvo LABen un comunicado–. Y todo ello procurando condicionar el proceso que llevan viviendo este año”.

También CGT trasladó su “disconformidad con la idea de dicho excedente y con que este haya sido filtrado a los medios antes de tener conocimiento el comité”, crítica que compartió también LAB.

Por su parte, la sección sindical de CCOO en Michelin España manifestó su “inquietud” ante las previsiones productivas para el próximo año, CCOO aseguró en un comunicado que es “especialmente preocupante” la situación de la planta de Vitoria y, tras afirmar que “aquí no sobra nadie”, apeló a la responsabilidad, el diálogo y al acuerdo para “salvar esta situación sin necesidad de aplicar medidas traumáticas”.