- El presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, aseguró ayer que el segundo trimestre del año “ha sido muy duro” debido a la crisis económica derivada del covid-19 aunque, “afortunadamente”, destacó que el empleo no se ha visto tan afectado, y estimó que hasta final de año “no se va a destruir más empleo del que ya se ha destruido”.
En una entrevista concedida a Euskadi Irratia, indicó que los sectores más afectados por la pandemia son la hostelería, el turismo, la movilidad, la industria aeronáutica, los bienes de equipo y los subsectores relacionados, como la materia prima o el acero.
“Son los que menos está notando la pequeña recuperación que se está produciendo en los últimos meses”, remarcó Zubiaurre. Así, el presidente de la patronal vasca recordó que unas 42.000 personas han causado de baja de la Seguridad Social en comparación con el año anterior, y que esperan que esa cifra “no se incremente mucho hasta final de año”.
De esta manera, señaló que el mensaje que quiere transmitir la patronal es que “debemos hacer todo lo posible para ayudar a las empresas a aguantar y tomar las mejores medidas posibles para mantener los puestos de trabajo” y la prórroga de los ERTE por el covid-19 es una de ellas.
“El segundo trimestre ha sido muy duro. El PIB ha bajado un 20% respecto al año pasado, porque [la crisis sanitaria] ha tenido una influencia muy severa. Afortunadamente, en el empleo no ha tenido tanta influencia. En general las empresas están manteniendo empleo, y nuestra previsión es que hasta final de año no se va a destruir más empleo”.
Por otro lado, Eduardo Zubiaurre se refirió a la posibilidad de una bajada de los salarios, una medida que enmarca en el hecho de que, “en una grave situación” como la actual, “se necesita la ayuda de todos para evitar medidas traumáticas y duras que nadie quiere”.
“Y la mejor manera es estudiar la flexibilidad interna de la empresa, y entre esas medidas pueden estar reducir la actividad laboral o adecuar los salarios a la nueva situación, provisionalmente”, aseguró.
Así, el presidente de la patronal vasca destacó que, “cuando hay beneficios, se deben repartir entre todos los participantes de una manera conveniente, pero lo mismo pasa cuando hay pérdidas”, y ha advertido de que “lo que no se puede hacer en una grave situación es cerrar los ojos y pasar la responsabilidad a otro”.