- No es agosto habitualmente un buen mes para la compra de coche y en situaciones tan complicadas como la actual se convierte en una auténtica pesadilla para el sector. Cuando esa dinámica se rompe hay que buscar la explicación en factores exógenos que alteran el funcionamiento normal del mercado y casi siempre está detrás la administración. Es lo que ocurrió en Euskadi el mes pasado, cuando se matricularon 2.911 coches, un 14,2% más que un año antes. Una evolución que nada tiene que ver con la del conjunto del Estado, donde se vendieron casi 67.000 vehículos, lo que supone un descenso de más del 10%, según datos hechos públicos ayer por el sector.
La diferencia entre ambos mercados la marca el plan Renove del Gobierno Vasco, que puede sumarse a la ayuda del Ejecutivo central, y permite descuentos de 3.600 euros en motores diésel y gasolina y de 8.000 euros en el caso de los coches eléctricos. Ese estímulo se ha visto reforzado por la capacidad que tienen este tipo de ayudas de acelerar la decisión de posibles compradores por temor a que se agoten los fondos. Y probablemente el hecho de que muchas familias no hayan viajado este agosto también ha favorecido las operaciones. De este modo, en un mes en el que tradicionalmente muchos concesionarios mantienen un pequeño retén comercial, el sector vasco se ha visto obligado este año ha reforzar la presencia de personal.
La suma de todas esas cuestiones ha dado como resultado el segundo mejor agosto de la historia en Euskadi para el mercado. En agosto 2018 se registró la cifra de ventas más alta con 3.405 coches matriculados debido a que el cambio en la homologación de consumos y emisiones para los fabricantes generó importantes descuentos en los stock de los concesionarios, que además matricularon vehículos para venderlos como kilómetro cero.
El mes pasado, en cambio, fue el canal particular el que tiró con fuerza, con un repunte del 34,6%, mientras que las ventas a empresas se desplomaron más de un 24%. El balance final arroja un crecimiento notable en Euskadi que no solo contrasta con las caídas en el Estado, que el sector vinculó ayer al letargo durante las vacaciones, también choca con la caída todavía más acusada de Francia (20%) o con el comportamiento plano de Italia (-0,43%).
El Renove vasco, activado a principios de año y cuyas ayudas se duplicaron en junio tras el confinamiento, ha evitado un desplome de las ventas los últimos tres meses, pero el balance acumulado del año refleja los efectos de la pandemia en el consumo. En lo que va de año se han vendido 18.800 turismos y todoterrenos en Euskadi, lo que supone un 30,5% menos que en los ocho primeros meses de 2019.
El Renove gestionado por el Ente Vasco de la Energía ha minimizado el impacto de la crisis y la caída, siendo importante, no es tan pronunciada como la del Estado (-40,6%). Por territorios, las ventas han bajado un 32,1% en Gipuzkoa, un 30% en Bizkaia y un 28,4% en Araba entre enero y agosto.