Vitoria - La convulsa coyuntura internacional y, quizá, la conformación del Gobierno de coalición (PSOE y Unidas Podemos), un tanto alejado de las tesis empresariales, parecen haber instalado el pesimismo entre el empresariado vasco para este primer arranque del curso, donde cuatro de cada diez empresas consultadas considera que el actual entorno económico empeorará en el próximo trimestre. En el otro lado de la balanza, los que estiman que la situación mejorará, se sitúa el 54,2% de las compañías con consultadas mientras que un 4,6% afirma que se mantendrá igual.

Las conclusiones de esta radiografía de alcance forman parte de la tradicional encuesta de Confianza Empresarial que Laboral Kutxa elabora entre el tejido empresarial vasco -en este caso han sido 400 las firmas cuestionadas- para pulsar sus expectativas de cara al primer trimestre del año. Un escenario donde los resultados obtenidos ofrecen un diagnóstico que empeora de forma significativa con respecto al trimestre anterior (octubre, noviembre y diciembre), donde las variables analizadas siempre mostraron un mejor comportamiento. Dichas variables pusieron el foco en indicadores como el entorno económico, la facturación, la actividad de las empresas, el nivel de pedidos, los precios, la rentabilidad, el volumen de inversión, el empleo y otros indicadores como el índice de confianza y la evolución de las exportaciones, las políticas de I+D o el acceso a la financiación bancaria, entre otros

zona de contracción Oscultada la opinión de esta muestra, parece obvio que las empresas vascas mantienen una visión más pesimista sobre la evolución económica hasta marzo, como lo demuestra el Índice de Confianza de la encuesta de Laboral Kutxa, que se sitúa en el 46,2, lo que implica entrar en la denominada "zona de contracción". Un 52,4% de las compañías vascas espera mantener la facturación, mientras que un 22% prevé una mejoría y un 25,6% cree que empeorará, aumentando en ocho puntos porcentuales esta opinión respecto al anterior trimestre. Al respecto de estos resultados, la cooperativa de crédito advirtió ayer que este diagnóstico "empeora significativamente" con respecto al trimestre anterior y que los niveles de confianza se sitúan, como se citaba, en 46,2, lo que implica una significativa caída en relación al trimestre anterior (52). Según la metodología elaborada, el valor de dicho índice por debajo de 50 implica estar en zona de contracción, lo que resultaría coherente con los valores obtenidos para otros ámbitos geográficos como España (46,8 a octubre) o la propia Zona Euro (45,9).

En este contexto, la encuesta apunta que el 54,2% de las empresas cree que el entorno económico se mantendrá, pero sólo un 4,6% opina que mejorará, por lo que predomina una visión menos optimista que el trimestre anterior al ser el 41,2% restante de la negativa opinión de que las cosas empeorarán en los próximos meses.

En cuanto a indicadores como actividad, pedidos y precios, los datos obtenidos arrojan la misma tendencia. El 57,2% considera que su actividad se mantendrá (un 32,4% cree que empeorará), el 55% sopesa que continuará con su actual volumen de pedidos (un 26% piensa que será inferior) y en cuanto a la evolución de los precios, un 74,4% considera que se mantendrán a lo largo del primer trimestre. Por último, y en relación a las expectativas de la rentabilidad de las operaciones, un 64,3% cree que se mantendrá igual, mientras que un 22,8% espera obtener rendimientos inferiores. Y en el capítulo de inversiones, la encuesta indica que los datos ofrecen un panorama más negativo que el del trimestre previo, pues parece que las empresas no tienen intención de mantener su capacidad productiva, si bien sí parecen estar dispuestos a aumentar el número de empleados: el 78,7% considera que el empleo se mantendrá, frente al 10,9% cuyas expectativas pasan por incrementar la plantilla y el 10,4%, justamente por lo contrario.