BILBAO - Los empresarios vascos saludan de forma positiva, al igual que la Bolsa, la tregua en la guerra comercial pactada este pasado fin de semana por Estados Unidos y China en la cumbre del G-20, los países más poderosos del mundo, celebrada en la capital argentina de Buenos Aires, porque consideran que “para un territorio exportador como el País Vasco es positivo que no se dificulte el comercio internacional con aranceles y reducir incertidumbres ayuda”.
Esa es la postura de responsables de Confebask y FVEM que valoran que la cumbre del G20 haya propiciado un alto al fuego en la guerra arancelaria emprendida por la administración estadounidense de Donald Trump contra las importaciones de productos chinos. Mediante el pacto de los dos presidentes, el citado Donald Trump y el chino Xi Jimping, la administración norteamericana aplaza dos meses la subida de aranceles por unos 176.600 millones de euros en productos chinos con la que Trump había amenazado para el próximo 1 de enero. China, por su parte, ha accedido a comprar una “cantidad sustancial” de productos estadounidenses, especialmente en sectores como el agrícola, el energético y el industrial, según la Casa Blanca. La tregua se mantendrá mientras se intenta pactar un acuerdo definitivo que limite el tremendo superávit comercial chino frente a EEUU.
El responsable del departamento económico-fiscal de la organización empresarial vasca Confebask, Pablo Martin, tiene claro que “todo lo que sea eliminar aranceles y trabas al libre comercio es positivo para las empresas vascas y, en general para todas”.
Martin reconoce que las amenazas de implantar aranceles “nos afecta por dos vías diferentes”. Por un lado, resalta Pablo Martin, “añade incertidumbres a los mercados mundiales porque suponen cambiar las reglas de juego sobre la marcha”. Ello, según el responsable de Confebask, no es positivo porque “hay empresas que paralizan decisiones de inversión a la espera de ver como se resitúan, por ejemplo, las cadenas de valor en el nuevo escenario”. Por otra parte, las sanciones de EEUU a China u otros países, en especial, con la implantación de unos nuevos aranceles a determinados productos “pueden hacer que ante la dificultad de colocarlos en un mercado como el estadounidense, esos productos chinos se intenten vender a otros mercados donde ya están las compañías vascas y esto genera una presión a la baja de los precios y menores márgenes”.
El secretario general de la Federación Vizcaina del Metal (FVEM), Adolfo Rey, tras recordar que, por ahora, el acuerdo, “solo es una tregua, no un pacto definitivo”, señala que todas las decisiones que vayan en la línea “de generar estabilidad y calma en los mercados” son favorables para hacer negocios. Los empresarios agradecen la “estabilidad y la seguridad jurídica porque son condicionantes que propician el desarrollo de la actividad económica de nuestras empresas”.
El secretario general de la FVEM recuerda que aunque en el sector del metal conviven mucho subsegmentos con problemáticas diversas, “un libre comercio sin cortapisas ayuda a las empresas. No podemos olvidar, por ejemplo, que decisiones como las de EEUU de sancionar a las empresas que comercian con Irán ha perjudicado a compañías vascas”.
En la misma línea argumental, el presidente de Corporación Mondragon, Iñigo Ucin, afirmó ayer en Radio Euskadi que, dado el importante volumen de exportación del grupo -un 70% de las ventas-, se están viendo “afectados” por la inestabilidad y dependen “mucho” de la situación internacional. La incertidumbre afecta a la inversión, al consumo y, en definitiva, al mundo económico. En este sentido, señaló que se producen “incertidumbres”, principalmente en el ámbito político.