vitoria. La Comunidad Autónoma Vasca tendrá definitivamente un objetivo de déficit del 1,2% del PIB a cambio de aumentar su umbral de endeudamiento para apoyar a las empresas en su financiación. Tras el parón de agosto, el Gobierno vasco y el español retomaron en septiembre la negociación en torno al límite de déficit de la CAV. El acuerdo fue posible ayer tras flexibilizarse el criterio de cómputo de las operaciones destinadas a mejorar la liquidez del tejido empresarial vasco. Esas actuaciones no serán contabilizadas como déficit, lo que técnicamente eleva el margen de maniobra del Gabinete de Urkullu.

Al final, Euskadi contará con cerca de 330 millones de euros más de ingresos que los previstos, tras elevarse en medio punto el porcentaje de endeudamiento previsto inicialmente en los Presupuestos. Bruselas dio en mayo más tiempo a España para corregir su déficit y eso ha permitido suavizar las exigencias también para las comunidades autónomas. Finalmente, la CAV no ha conseguido el 1,3% solicitado, pero se queda muy cerca.

Primero porque esos 330 millones extra con los que contará son los que están previstos en el Plan de Reactivación Económica que ultima el Ejecutivo con las diputaciones y no habrá que mover ni una coma del preacuerdo. Pero también porque a efectos prácticos se superarán los 360 millones adicionales que se perseguía inicialmente en la negociación.

Al incluir en el acuerdo con Madrid la cláusula sobre la capacidad de endeudamiento para operaciones financieras con empresas, el Gobierno vasco ha conseguido que el crédito de 150 millones que ya tiene concedido por parte del Banco Europeo de Inversión (BEI) no compute como déficit. Es un préstamo al que se puede recurrir hasta 2015 que si se solicitara ahora en su totalidad elevaría el margen de endeudamiento hasta los 480 millones este año. Es el ejemplo más claro y de mayor entidad económica del gran recorrido del acuerdo, pero lo mismo ocurrirá con otras operaciones menores.

satisfacción del gobierno vasco Todo ello se formalizó ayer en una reunión bilateral entre Euskadi y España, en la que también se estableció que el diferencial entre ingresos y gastos para el año que viene sea del 1%. Fuentes del Departamento de Hacienda y Finanzas mostraron su "satisfacción" por el resultado de la negociación, cuyo objetivo, lograr mayor capacidad de endeudamiento, "se ha visto finalmente cumplido".

El diálogo entró en territorio espinoso el pasado 31 de julio, cuando el Ministerio de Hacienda estableció que la CAV tendría un límite de déficit del 1,2% de su PIB en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. El Gobierno vasco no acudió a esa reunión por su relación de bilateralidad con el Estado, pero se le adjudicó una cifra cerrada como a las comunidades de régimen común o a Nafarroa, que continúa sin definir su umbral de endeudamiento.

Esa decisión generó cierto malestar tanto en Lakua como en el PNV y ambos consideran ahora que la situación se ha reconducido. El acuerdo supone a su juicio un espaldarazo a la autonomía financiera de la CAV, puesta en tela de juicio por la presión que ejerce la Unión Europea sobre el Estado.

Tras despejarse esa incógnita, el Gobierno vasco podrá dar un impulso definitivo al programa de reactivación de la economía y el Departamento de Hacienda y Finanzas cerrará definitivamente las directrices de gasto para el resto del ejercicio. Sin un dato definitivo de endeudamiento, la Dirección de Presupuesto estaba obligada a trabajar con varios escenarios abiertos para evitar que se detuviera la maquinaria de inversión pública en un momento clave en la salida de la crisis.

Ahora la Consejería de Ricardo Gatzagaetxebarria podrá afinar la gestión coincidiendo además en el tiempo con la mejoría en la recaudación fiscal y el pacto global entre el PNV y el PSE. Cuestiones que refuerzan la capacidad de asistencia del Gobierno a sus ciudadanos.