La Sociedad Pública de Gestión Ambiental, Ihobe, ha destacado la importancia de las Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés) en la lucha contra el cambio climático durante un evento celebrado en este jueves en Bilbao. En esta jornada, se presentó el informe 'Soluciones basadas en la naturaleza en Euskadi: 20 casos de éxito para adaptarse al cambio climático', que reúne ejemplos destacados de cómo estas iniciativas están transformando el territorio vasco.
El director de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Gobierno vasco, Adolfo Uriarte, señaló que Euskadi lleva 15 años apostando por este tipo de soluciones, las cuales permiten gestionar de manera sostenible los ecosistemas y restaurarlos, al mismo tiempo que proporcionan beneficios tanto para la biodiversidad como para el bienestar humano.
La apuesta del Ejecutivo se refleja en un total de 90 proyectos impulsados en distintos niveles de la administración durante los últimos 15 años, posicionando a Euskadi como una región referente en Europa en la implementación de NBS. Entre los logros más destacados se encuentra la plantación de cerca de 54.000 árboles, arbustos y plantas aromáticas, así como la renaturalización de más de 490.000 metros cuadrados en espacios urbanos como patios escolares, plazas, zonas industriales y vías de tráfico.
En cuanto a los municipios beneficiados, las NBS se han implementado en un 39% de localidades pequeñas (menos de 5.000 habitantes), un 33% en municipios medianos (entre 5.000 y 50.000 habitantes), y un 28% en grandes ciudades, incluidas las tres capitales vascas. Los proyectos abarcan tanto zonas costeras como interiores, y se extienden por los tres territorios históricos.
Casos prácticos de éxito en Euskadi
Durante la jornada, se expusieron seis ejemplos de cómo las NBS han sido aplicadas en Euskadi. En Bilbao, por ejemplo, se han reconvertido 6.000 metros cuadrados de viales de tráfico rodado en un corredor verde en la calle María Díaz de Haro. En Oñati, la rehabilitación de una escuela ha incluido una cubierta verde, baños secos, un sistema de fitodepuración y pavimento permeable, haciendo del centro un referente en sostenibilidad.
Otro caso destacado se sitúa en Gasteiz, donde se han renaturalizado 43 hectáreas de zonas industriales en el polígono de Jundiz, transformándolas en una nueva área de esparcimiento. Asimismo, en la localidad vizcaina de Ea, se ha desarrollado un aparcamiento reversible en los terrenos de una antigua fábrica, utilizando pavimentos permeables y zanjas drenantes.
Proyectos en municipios rurales como Oñati, Ibarrangelu y Etxebarri han implementado sistemas de fitodepuración para tratar aguas residuales en núcleos dispersos, mientras que en el litoral se ha recuperado un espacio natural costero en los acantilados de Tonpoi, en Bermeo. Además, se han documentado acciones de reforestación con especies autóctonas en Bakio, Orendain y Donostia.
Hacia un futuro más resiliente
El impulso de las NBS está respaldado por la Ley vasca de Transición Energética y Cambio Climático, que promueve la planificación y aprovechamiento de infraestructuras verdes y azules para mejorar la resiliencia del territorio ante los efectos del cambio climático. Ejemplos de este enfoque son los proyectos LIFE IP Urban Klima 2050 y Regions4Climate, que están recuperando zonas naturales clave, como la marisma del estuario de Txingudi.
Este compromiso del Gobierno vasco y de sus instituciones subraya la importancia de las soluciones basadas en la naturaleza como una herramienta efectiva para adaptar Euskadi al cambio climático, protegiendo sus ecosistemas y garantizando un futuro más sostenible para sus habitantes.