Mikel Urrutikoetxea: “Cuando estaba mal, lo mejor que pude hacer fue buscar ayuda psicológica”
Mikel Urrutikoetxea evidencia la importancia de la salud mental y emocional en el deportista tras pasar por un “agujero personal” que mediatizó su rendimiento
El problemas de las rosas es que tienen espinas. Mikel Urrutikoetxea (Zaratamo, 1989) alcanzó la leyenda en 2016, pero después, a partir de finales de 2019, vivió un calvario personal tras el fallecimiento de su ama. Logró superarlo con ayuda profesional. Es un ejemplo.
Relacionadas
Aimar Olaizola: "Mikel Urrutikoetxea es uno de los pelotaris más completos de la historia"
Se retira este sábado de la pelota a mano profesional en el frontón Bizkaia de Bilbao, a partir de las 17.15 horas, después de 16 años en la élite. Posee las txapelas de las tres modalidades: Manomanista (2015), Cuatro y Medio (2015) y Parejas (2016). La particularidad es que, pese a ser delantero, esta última la logró como zaguero. Rara avis. Altuna III-Albisu y se cruzan con el vizcaino y Zabaleta.
Mikel Urrutikoetxea, el campeón renacentista
Mikel Urrutikoetxea colgará el gerriko el 20 de septiembre en Bilbao
Mantuvo el nivel, pero llegaron los momentos malos.
—En 2016 se me escapó la semifinal del Cuatro y Medio por detalles ante Bengoetxea VI (22-21) y en 2017 perdí la txapela de la jaula contra Altuna III por otro 22-21, pero creo que fue clave el partido del Manomanista de 2018 ante Jokin. Empecé ganando 14-9 y acabé perdiendo por 16-22.
Le detectaron una mononucleosis.
—De 2015 a 2018 las cosas salían rodadas. En todos los campeonatos andaba en la final o cerca. Me veía físicamente muy bien. Sin embargo, a mitad de ese partido me vine abajo. El cuerpo no me respondía. Es una situación complicada. No era capaz de seguir el ritmo. Pensé que podía estar cansado por todos esos años sin parar, pero me fui de vacaciones y a la vuelta tenía la misma sensación de que no podía. Le comenté al médico de la empresa que pasaba algo. Dormía mucho. Por casualidad, Pablo Berasaluze lo comentó con Marino Lejarreta y este le aconsejó que me hiciera las pruebas de Epstein-Barr. Por aquella época, el ciclista Beñat Intxausti estaba aquejado de ello. Me dio positivo. Y desde ese día estuve tres o cuatro meses sin hacer ningún esfuerzo. No sabía cuánto tiempo iba a durar.
Baiko Pilota tira de Urrutikoetxea para tapar las bajas en la zaga del Parejas
¿Fue dura la incertidumbre?
—No sabía siquiera si iba a volver a jugar. Intxausti no pudo volver nunca a su nivel. En cuatro meses seguía dando positivo y empecé a jugar. Tenía miedo de recaer. Cuando me cansaba de más, pensaba en que igual estaba mal de nuevo.
¿Ahí comienzan sus miedos?
—Más que miedo, era ansia de llegar a una final para demostrar que allí estaba yo. Me afectó psicológicamente. Cuando todo va bien, todo fluye. Cada vez que se presentaba un torneo, tenía miedo de hacerlo mal. No fue fácil. Lo superé en el Manomanista de 2019. Llegué a la final con Iker Irribarria en un gran partido por parte de los dos (20-22). Despejé esas dudas y los miedos.
Mikel Urrutikoetxea, el campeón renacentista
El bache personal
Pero después sufre una rotura muscular grave en el pectoral izquierdo que frena su progresión.
—Recuperé las buenas sensaciones. En agosto, en Tafalla, gané, pero noté un crujido en el pectoral a mitad de partido. Estuve tres meses parado. Era una lesión de larga duración.
¿Fue entonces cuando comenzaron los problemas emocionales que le pasaron factura?
—En septiembre de ese mismo año nos anunciaron que la enfermedad de mi ama no tenía solución. Yo estaba viviendo una rehabilitación diaria y esa noticia cayó como una bomba en la familia, lógicamente. Son circunstancias y meses complicados de los que el aficionado no era consciente. Al fin y al cabo, el pilar fundamental de mi vida se derrumbó de repente. La lesión me daba igual, me daba lo mismo cuándo volver. Me perdí el Cuatro y Medio y mi ama falleció el 1 de noviembre. Fueron meses muy complicados psicológicamente. Era incapaz de entrenar y jugar. Cuando iba a Miribilla, miraba siempre en dirección a donde se sentaba ella. En el coche, cuando iba a jugar, me faltaba una persona en el asiento de atrás. Todavía me emociono. En el Parejas de 2020 me pusieron con Aimar y jugué encantado de repetir los buenos momentos de 2016. Entramos en la final y fue precioso.
Ayuda profesional
¿Recuerda el momento en el que decide que tiene que levantarse?
—En el Manomanista de 2020, que se llevó Jaka, Erik me ganó en los cuartos de final en Bilbao (13-22) y estábamos jugando sin público aún. A mitad de partido me entraron los miedos y no dejaba de mirar el asiento en el que se sentaba mi ama. Cuando me venían esos pensamientos, desconectaba automáticamente. No era capaz de ir a la pelota, de darle. Eso me pasó durante mucho tiempo. Me di cuenta de que no podía seguir así, porque no estaba disfrutando en la pelota y sufría en el día a día. Volvía a casa llorando. Lo mejor que pude hacer fue buscar ayuda. Al principio, iba semanalmente a Donostia. Me ayudó mucho y lloré mucho. Son cosas que hay que solucionar.
Jon Mariezkurrena renuncia al Manomanista y Baiko repesca a Mikel Urrutikoetxea
¿Cómo ha vivido la pérdida de protagonismo en la empresa en las últimas campañas?
—Es ley de vida. Hay pelotaris que tienen muchísimo nivel. A partir de esos momentos duros, no conseguí dar el nivel que me pedía la empresa y hubo otros pelotaris que lo hicieron mejor. Sí es cierto que en los últimos años no tenía ya la chispa que tenía con 25. Me costó aceptarlo. Cuando estás ahí arriba tantos años peleando por las txapelas y no das el nivel, es duro asimilarlo. En los individuales aparecían los miedos de querer demostrar, pero en parejas he conseguido disfrutar. Los dos últimos años cambié el chip para gozar de cada partido.
Se despide en paz.
—Sí. Han sido 16 años muy bonitos, con sus cosas buenas y malas.
Temas
Más en Deportes
-
Mikel Urrutikoetxea: “Todavía disfruto jugando a pelota, pero hay que saber cerrar el círculo”
-
Baskoniak eta Surne Bilbao Basketek Barakaldon jokatuko dute Euskal Kopako finala irailaren 25ean
-
“Urrutikoetxea es un referente y ha dejado huella”
-
El TAS amplía el plazo del laudo sobre la oficialidad de Euskal Selekzioa de pelota