Hace 25 años, tres pilotos vascos se aventuraron a realizar la larga travesía de 12 horas enmarcada en las 72 horas de Pont-De-Vaux. Óscar Romero, Valentín Arteaga y José Ramón Goikoetxea cargaron sus quads en el año 2000 rumbo a esta localidad francesa para competir en la máxima categoría del campeonato, el Mundial de 12 horas.
Ahora, 25 años después y en parte con la idea de “rendir un homenaje” a estos tres corredores, Mikel Goikoetxea, acompañado de su pareja Sandra Salgado y “un convoy de 14 personas más”, viajó el pasado 22 de agosto desde Nanclares de la Oca rumbo a Francia para participar en la 38º edición del certamen.
“Tras ser campeón de España el año pasado en la categoría Q2, ir a las 72 horas de Pont-De-Vaux como mi padre en su día era el siguiente reto que tenía”, asegura Mikel. Sin embargo, más allá de competir por un buen resultado en el torneo, la experiencia tenía en todo momento el fin conmemorativo de la participación de su padre 25 años antes.
Mikel lo afirma: “Teníamos muy claro que este año había una gran parte que era emotiva. Quería realizar este homenaje a mi padre, que ha sido siempre un referente para mí, a Óscar, que tiene grandes éxitos e incluso ha participado varias veces en el Dakar, y a Valentín, que desgraciadamente lo perdimos por un infarto”.
Además, volver a ese lugar en el que hace 25 años siendo un niño acompañó a su padre supuso una experiencia “emocionante” y “emotiva” a partes iguales, según Mikel. “Hemos tenido mucho estrés y mucha emoción que luego ha terminado por salir del todo. Yo creo que hacía tiempo que no llorábamos juntos tantas veces”, admite el piloto alavés.
Toma de contacto
El campeonato de las 72 horas de Pont-De-Vaux es toda una prueba de desgaste. Las dos modalidades principales son el Mundial de Quads y el Kenny Quad Contest, prueba en la que Mikel participó. La principal diferencia es la duración entre ambas. Mientras que el Mundial dura 12 horas y es en la que en su día participó su padre, el Kenny Quad Contest tiene una duración de cuatro horas.
Como era la primera toma de contacto en Pont-De-Vaux, Mikel realizó la prueba menos extensa junto a su pareja Sandra. No obstante, tras lograr un meritorio 54º puesto en pareja de 115 corredores posibles, el piloto alavés ya piensa en el futuro y se pone la prueba de 12 horas como nuevo objetivo.
“Los últimos días mi cuñado me dijo que estaba rodando en el tiempo de los primeros, pero al final te ganan porque la preparación es libre e incluso algunos rivales llevan quads con motores de motos que son más potentes”, explicó Mikel.
Por ello, Mikel comenta que el objetivo ahora es o bien hacer las 12 horas si consigue entrar en un equipo que realmente les pueda preparar para ello, o si no, ir a las cuatro horas de nuevo, pero ya con todo lo aprendido este año. Lo único que tiene claro es que “volver es un hecho seguro”.
Preparación
El circuito de Miranda de Ebro es el hogar en el que Mikel lleva a cabo su preparación de manera habitual. La falta o negación de infraestructuras en la zona para los quads, hace que la localidad limítrofe con Álava sea la mejor opción para entrenar.
“Nosotros durante todo el año estamos participando en Castilla y León en la modalidad Cross country, aparte fuimos al Campeonato de España y luego fuera del quad también vamos al gimnasio, CrossFit y otros entrenamientos”, explica sobre la rutina de preparación física.
A nivel mental, el piloto admite no haber tenido ninguna preparación específica para la prueba en el territorio francés, más allá de “la ilusión” que le empuja a seguir, al igual que la familia y equipo que se desplazó con él hasta allí.
“Ellos han estado ahí en todo momento, tanto mostrando su apoyo como en esas labores logísticas, que también hace falta. La verdad es que se lo han currado bastante”, sentencia Mikel.