Ander Imaz pega un salto de alegría. Unai Laso lanza un grito. El Ogueta de Gasteiz se encabrita, paladea, disfruta, se calienta. Vibra. Los de Baiko Pilota sueltan toda la tensión acumulada después de una hora y 45 minutos de batalla a la espalda. El castigo desaparece. 22-21 tras 857 pelotazos a buena. Es el segundo seguido, después del cara o cruz del play-off, en el que lograron el billete a la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas al derrumbar por la mínima a Peio Etxeberria y Beñat Rezusta. Levantaron un 19-21. Este domingo dieron la vuelta a un 20-21. Dos ganchos del campeón del Manomanista resolvieron. Un salto. Un grito. Abonados a la voltereta, la montaña rusa y el sufrimiento. Abonados al potro de tortura. Cara o cruz. A Unai le gusta la ruleta. Laso terminó con las fuerzas justas. 

Ander Imaz brilló en un partidazo. El de Oiartzun fue protagonista y regresa al nivel que se le espera. De ahí el salto, la alegría, la sonrisa. Merecía la pena. No erró ninguna pelota en un escenario complicado para los zagueros. Salió con más taco de lo habitual. Emite muy buenas sensaciones. Partido de campeonato. Laso e Imaz suman primero en las semifinales. Los cuatro acabaron al límite.

Laso-Imaz 22

Altuna III-Tolosa 21


Duración: 1h 45:50 minutos de juego.

Saques: 6 de Altuna III (tantos 1, 9, 11, 16, 17 y 20).

Faltas de saque: 1 de Laso y 1 de Altuna III.

Pelotazos: 857 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 6 de Laso, 3 de Imaz, 8 de Altuna III y 1 de Tolosa.

Errores: 5 de Laso, 8 de Altuna III y 4 de Tolosa.

Marcador: 0-1, 1-1, 1-3, 2-3, 2-7, 3-7, 3-11, 4-11, 4-12, 12-12, 13-12, 13-13, 14-13, 14-14, 16-14, 16-16, 16-17, 17-17, 17-18, 18-18, 18-20, 20-20, 20-21, 21-21 y 22-21.

Apuestas: Se cantaron posturas de salida de 100 a 70 a favor de Altuna III-Tolosa.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Ogueta de Gasteiz. 1.268 espectadores. En el primer partido, Elezkano II-Eskuza ganaron a Ezkurdia-Bikuña (16-22).

¡Que se lo digan a Xabier Tolosa! El de Anoeta vivió un vía crucis. A partir del 16-14, momento en el que se tuvo que ir al vestuario para ser atendido del amasijo de cables pelados que eran los músculos de sus piernas. El guipuzcoano aguantó como pudo, esbozando un final heroico pero sin premio. “Levántate y anda”, pareció susurrarle Jokin Altuna. Su compañero se echaba las manos a los muslos. Una manada de avispas picoteaban las piernas del zaguero de Aspe. En el veinte iguales volvió al diván, el amezketarra tuvo que ejercer de desatascador –cometió errores, sí; pero su capacidad de trabajo es encomiable– y Tolosa aguantó como un titán: tocó pelota por la pared y apretó la mandíbula hasta el final. “Tenía claro que si podía andar, iba a salir”, dijo.

El partido tuvo dos caras, bien diferenciadas por el material de cada una de las combinaciones. Los de Aspe comenzaron entonados. Xabier tomó la manija, castigó a Imaz y favoreció la marejada de Altuna III. Aprovecharon las pelotas nuevas, rápidas y maniataron a sus adversarios. Se escaparon 4-12. Jokin hizo daño desde el saque. En ese tramo, conquistó tres de los seis de su caza. El duodécimo cartón azul fue un gancho terrible del de Amezketa tras defender como una bestia en el txoko y el ancho. 

Con un derechazo cruzado de Imaz transformó el guion. Los de Baiko cambiaron la pelota. Se decantaron por la tercera del cestaño y sacaron un buen rédito. El partido se endureció y los azules perdieron pie. Voltereta. El guion: eliminar a Altuna III del tapete, bombardear a Tolosa y ahondar en la herida. Xabier erró dos derechazos. El castigo le pasó factura. 

Hubo igualadas en el cartón doce, trece y catorce. En el 16-14 se cruzaron 97 pelotazos a buena y ya se superaba la hora de partido. A Tolosa le llegaron los fantasmas físicos. Jokin tuvo que pelear a la contra. Intentó cambiar el signo con pelota nueva, más rápida. Los azules, con los dientes apretados, estuvieron 17-18, 18-20 y 20-21. Laso echó la moneda al aire con dos ganchos que cambiaron el duelo.