“A la hora de valorar el Parejas en general, todos teníamos la duda de cómo iba a responder Elordi y está dando la talla. Zabaleta, de todos modos, es el que más diferencias abre”, analiza Ander Imaz (Oiartzun, 1994). El zaguero de Oiartzun destaca también a Jaka-Aranguren, sus rivales del sábado en el Labrit de Iruñea: “Han competido muy bien. Hay que valorarlos”. Unai Laso y el guipuzcoano, finalistas de 2022, afrontan la segunda vuelta en una posición cómoda (cuatro puntos) tras un inicio en el que no estuvieron a su mejor nivel.
¿Cómo valora su desempeño en la primera vuelta del Campeonato de Parejas?
—Se está viendo que es un torneo muy igualado y que cualquier pareja te puede ganar. No comenzamos con nuestro mejor juego, pero semana a semana estamos mejorando, con más confianza. Estamos con cuatro puntos y contentos. Estamos en la pelea, empatados con Peio Etxeberria-Rezusta y Altuna III-Tolosa.
Comienzan el Parejas en Barcelona con un 22-21 sobre Jaka-Aranguren. Pese a ello, tal y como comenta, las sensaciones no eran las mejores. ¿Habrían firmado los cuatro puntos que tienen ahora?
—Sí. Volví después de un mes sin jugar –disputó apenas un partido en mes y medio–. Me faltaba ritmo. Cuando uno está jugando, está más encanchado. No es excusa. A Unai Laso también le costó. Quizás no estaba en su mejor momento. Menos mal que pudimos sacar algunos puntos entonces que luego dan confianza para el resto del Parejas. Ahora nos sentimos mejor. En los últimos partidos hemos jugado a mejor nivel.
"La semana pasada entrenamos los dos muy bien y el fin de semana pudimos plasmarlo en Donostia. Queremos seguir igual"
Como usted abunda, las sensaciones iniciales no fueron buenas, pero el pasado domingo en Donostia cuajó su mejor actuación.
—Sabemos cómo es un Campeonato de Parejas: es largo y hay situaciones de todo tipo. Es cierto que al principio me costó, pero Laso y yo tenemos confianza suficiente. Sabíamos que iba a llegar nuestro momento. Aquí ganar un partido te da mucha moral. Hace dos semanas vencimos a Ezkurdia-Martija (22-8), una pareja muy fuerte pese a que no tuvieron su día. En el Atano III, entretanto, jugamos otro partido muy duro. Para ganar a Jokin y Tolosa hay que estar a gran nivel. Eso te da fuerza para afrontar la semana e ir a por el siguiente partido.
Tal vez esos duelos complicados son los que mejor le vienen para recuperar el tono competitivo.
—Sí. Son partidos con mucha presión. De cara a la confianza es algo que se nota. La semana pasada entrenamos los dos muy bien y el fin de semana pudimos plasmarlo en Donostia. Queremos seguir igual.
Una vez mejoradas las sensaciones y con cuatro puntos en el bolsillo, ¿los objetivos de la pareja han cambiado con respecto al inicio?
—Lo que siempre piensas al empezar es no quedar entre los dos últimos puestos, porque, aunque andes más justo, siempre tienes la opción de avanzar por el play-off. Este año es muy jugoso quedar entre los cuatro de arriba. Esa sería la meta actual, aunque todo cambia semana a semana.
¿Tratan de ajustar la preparación del Parejas para llegar en el mejor punto de juego al tramo final?
—Es complicado. Siempre intentas hacer una planificación para afinar en semifinales, pero al final tienes que ganar partidos si quieres llegar hasta ahí. Para mí es importante quedar entre los cuatro primeros. Los dos de arriba tienen mucha ventaja, porque entran directos a semifinales; mientras que el tercero y el cuarto tienen dos opciones.
¿Ser los finalistas de 2022 les ha puesto más presión?
—Ni Unai ni yo lo vemos así. El año pasado no entrábamos en casi ninguna quiniela, pero hicimos un gran campeonato y estuvimos muy cerca de la txapela. Fue muy positivo, porque disfrutamos mucho y aprendimos una barbaridad. Quizás por eso se esperaba que estuviéramos arriba, pero yo tenía claro que los rivales juegan mucho. Nuestro trabajo es ir partido a partido.
"Somos competitivos. Aunque vayamos perdiendo, trabajamos a tope para dar todo en la cancha. Es nuestro objetivo real"
La exigencia, por supuesto, cambia.
—Fíjese, en 2022 quedamos cuartos en la liguilla y tuvimos que disputar el play-off. Si hubiéramos perdido en la eliminatoria, habría sido todo diferente. El año pasado hubo tres parejas mejores en cuartos. Ahora se ve que está todo igualado y en un puño.
¿Tal vez había demasiadas expectativas desde fuera?
—Siempre se espera nuestra mejor versión, aunque no es fácil. Todos los pelotaris queremos estar al mejor nivel y ganar partidos, pero no siempre estamos como queremos. Teníamos claro que trabajando íbamos a llegar a coger ese juego. Estamos en buen nivel, pero llegarán partidos malos. No nos tenemos que venir abajo.
Con cuatro puntos y el rodaje hecho, ¿afrontan de forma diferente la segunda vuelta que comienzan el sábado en el Labrit?
—En las parejas que están arriba o abajo puede influir la presión. A pesar de todo, planteamos todos los partidos igual, para ver por dónde podemos hacer daño a la pareja rival. Esperamos plasmarlo.
Son favoritos ante Jaka-Aranguren…
—Puede ser. Aitor y Erik han demostrado durante todo el Parejas que están con mucho juego. Igual no tienen el nombre de otros, pero están siendo competitivos. Están abajo aunque podían haber sacado algún punto más.
Uno de ellos, de hecho, el vuestro en Barcelona. Pegaron una buena librada.
—Sin duda. Libramos. Esos puntos valen oro. Esos detalles marcan estar arriba o abajo.
"Aitor y Erik han demostrado durante todo el Parejas que están con mucho juego. Igual no tienen el nombre de otros, pero están siendo competitivos"
Han tirado de oficio en muchas ocasiones.
—Somos competitivos. Aunque vayamos perdiendo, trabajamos a tope para dar todo en la cancha. Es nuestro objetivo real.
¿Cómo está viendo a Unai?
—Es un pelotari que me ayuda mucho. Aunque no esté en su mejor momento, siempre da el callo y trabaja. Inició el Parejas más justo, igual de manos también; pero estas últimas tres semanas está bien. La semana pasada, de hecho, hizo un entrenamiento fenomenal. Hacía tiempo que no veía a un pelotari así: todo lo que tocaba era tanto. El domingo lo demostró. Está a un nivel altísimo.