Ya es, sin temor a equívocos, la velocista más pujante del territorio. La prueba definitiva de su crecimiento exponencial como atleta tuvo lugar el pasado fin de semana en Antequera en el Campeonato de España sub-23 en pista cubierta. Laura San Juan se colgó su primer metal al cuello en una competición del más alto nivel.

En concreto, un meritorio bronce en la prueba de 60 metros vallas que le supo a gloria pese a la marca de 8,38 segundos, siete centésimas más lenta que su plusmarca personal de 8,31 en una carrera donde cualquier desliz te aparta del podio al no existir margen de error.

La joven corredora vitoriana del Barrutia, que el próximo 11 de marzo cumplirá 22 años y, por tanto, se halla a las puertas de pasar a la categoría absoluta, ha progresado de forma ostensible en los últimos años bajo la tutela de su entrenador Gorka Zuazo.

De hecho, recientemente superó el récord de Euskadi de los 60 metros vallas, su prueba fetiche, en poder de la conocida irundarra Teresa Errandonea, y ha ido quemando etapas a ritmo de vértigo tras tomar parte hace varios años en su primer Campeonato de España juvenil.

Palabras mayores para una de las grandes esperanzas del atletismo alavés, estudiante de último año de IVEF en la UPV y que comparte su pasión por el atletismo junto a su hermano Daniel, también integrante del Barrutia y de 19 años. De padre gasteiztarra y madre húngara, Laura suele correr pruebas de 100 vallas al aire libre, además de los lisos, aunque a corto-medio plazo aspira a engordar su palmarés en los 60 vallas.

"Lo bueno de mí es que soy muy rápida de genética, una de las cosas más difíciles de conseguir. Por otro lado, técnicamente soy más floja, aunque eso es más fácil de mejorar y lo que hay que meter son horas"

Laura San Juan - Atleta vitoriana del Barrutia

“Me inicié en el atletismo a los ocho años. Mi madre estudió en su día IVEF y nos hizo probar a mi hermano y a mí diferentes deportes. Al final, lo que mejor se nos dio a los dos fue correr. Nuestra primera carrera se produjo en Murgia. Íbamos a visitar a mis abuelos allí en agosto y se organizó una carrera popular. La primera vez que nos inscribimos, los dos ganamos una medalla y así empezó todo”, rememora Laura.

La vitoriana, emocionada tras conseguir el bronce DNA

La velocista alavesa, que se entrena cinco días a la semana en Mendizorroza, está orgullosa por la notable mejoría que ha experimentado a todos los niveles. “Al principio solo corría una eliminatoria, luego ya pasaba a semifinales y entraba a finales, y por fin ya he estado entre las tres mejores en mi último año antes de pasar a categoría absoluta”, resalta San Juan, que en 100 metros vallas ostenta una plusmarca de 13,90 segundos.

Nacionalidad húngara

Sus próximos objetivos del calendario ya están subrayadas en rojo. Son, en concreto, el Campeonato de España al aire libre y el Europeo sub-23 previsto en Finlandia. En tierras escandinavas pretende competir defendiendo los colores de la selección de Hungría, el país de origen de su madre y del que se encuentra en trámites para obtener su nacionalidad. “Para mí será más fácil entrar a campeonatos de este estilo con ellos. He hablado con un club y me han dicho que no hay problema”, justifica.

La vitoriana posa sonriente en el podio DNA

El bronce conquistado en Antequera ha sido, desde luego, una inyección de confianza para una velocista que no se pone límites dentro del atletismo y da rienda suelta a su ambición. Sus allegados coinciden en que todavía no ha hecho techo.

“Lo bueno de mí es que soy muy rápida de genética, una de las cosas más difíciles de conseguir. Por otro lado, técnicamente soy más floja, aunque eso es más fácil de mejorar y lo que hay que meter son horas. Como persona, soy una chica tranquila que me gusta hacer las cosas bien, no solo a nivel de entrenamientos sino todo lo que engloba respecto a descansos, la alimentación, el prevenir las lesiones... El atletismo es un hobby que, como cada vez se me da mejor, se ha convertido en algo motivante”, confiesa San Juan.