Entre los deportistas se asume que las carreras son cortas. Deben exprimirse. Es imprescindible vivir el momento y disfrutarlo en la medida de lo posible. Ocurre que la longevidad se está imponiendo en las biografías de los deportistas. Son cada vez más los deportistas que estiran su idilio con la profesión, en ocasiones, equivocadamente.Conviene cortar la relación a tiempo.
Nada más duro y conmovedor que un viejo campeón en su decadencia, lejos de los días felices. Una de la máximas dice que no es uno el que deja el deporte, que es el deporte el que le deja a uno. Esa frase sirve para cualquier disciplina. La línea roja es no arrastrarse. Es un punto de no retorno. Vincenzo Nibali lo sabe. Por eso lo deja.
UN GRAN CAMPEÓN
Vincenzo Nibali (14 de noviembre de 1984), campeón del Tour de 2014, del Giro de 2013 y 2016 y de la Vuelta de 2010, uno de los mejores corredores de la última década, ha anunciado en Messina, su lugar de nacimiento, que el presente será su último curso en activo.El Tiburón de Messina
baja la aleta dorsal. Dejará de ser un depredador. "Será mi último Giro y mi última temporada", dijo visiblemente emocionado. Poco quedaba ya en pie del exuberante Nibali, del ciclista capaz de revertir derrotas en triunfos merced a su capacidad para leer e interpretar las situaciones de carrera.
Nibali es un ciclista sabio. Lo era también de joven. Muchos temían su rebeldía, su negativa a la derrota. Supo adaptarse siempre Nibali y eso, unido a su espíritu de combate, su calidad, su capacidad competitiva y a su resistencia, le alcanzó para sumar 54 victorias. Entre ellas, la Milán-San Remo y dos Giros de Lombardía, además de siete etapas del Giro de Italia y seis del Tour de Francia.