- A los 35 años y tres después de su última victoria, Mark Cavendish volvió ayer a subirse a la cima del podio. “La Vuelta a Turquía no es el Tour de Francia, pero vencer a Jasper Philipsen y André Greipel no es fácil”, dijo el británico, uno de los mejores esprinters de la historia y el más laureado de la ronda gala, con 30 triunfos parciales, a solo cuatro del récord de Eddy Merckx.
El Expreso de la Isla de Man, que había estado alejado del primer peldaño desde su triunfo en el Tour de Dubái de 2018 -han transcurrido 1.159 días-, completó una remontada épica en los últimos metros y volvió a saborear el éxito del que nadie se agota. “Es increíble, algo muy, muy bonito. Es súper bonito. Nunca me canso de ese sentimiento”, aseguró el corredor del Deceuninck, enfundado además con el maillot del líder de la carrera tras la celebración de la segunda etapa.
Josu Etxeberria, del Caja Rural, tuvo un papel destacado al formar parte de una fuga de ocho corredores que fue cazada por el pelotón, desde donde destacó Cavendish, que estuvo cerca de colgar la bicicleta antes de arrancar la temporada, pero que sumó su victoria número 147.