- Lewis Hamilton asestó ayer un golpe de realidad a todos aquellos que pensaron que su séptimo título mundial, aquel que amarró hace dos domingos Turquía y que le permitió igualar a Michael Schumacher, le haría apartar el pie del acelerador. Y eso que por un momento, durante el último entrenamiento libre, el piloto británico permitió que Max Verstappen se hiciera ilusiones. Creyera que con el cetro en su mano, el de Mercedes le dejaría saborear al menos las migajas de una pole. Pero Hamilton no es ni de los que regalan ni de los que aflojan, así que en cuanto comenzó la Q3, subió de marcha. Vuelta rápida y para casa. De esta forma, ayer, en el Gran Premio de Baréin, el británico amplió a 98 su propio récord histórico de poles en Fórmula Uno, al dominar una sesión de calificación que cubrió en un tiempo de 1:27.264.
"Sigo en forma, porque no he festejado nada a pesar de haber asegurado ya el título. Seguí entrenando y estoy preparado mentalmente; con el ojo puesto en mis objetivos", explicó Hamilton en la entrevista oficial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) a pie de pista. Así pues, todo parece indicar que Hamilton conduce directo a su undécima victoria de la temporada puesto que el mismo piloto reconoció ayer que, sin nada en juego, es cuando mejor se lo pasa: "Simplemente intenté divertirme. Cuando hay menos presión pilotas mejor, porque a menor presión, más libertad".
Tras él, siguiendo su estela, pero cada vez más cerca, su compañero Valtteri Bottas. El finlandés estuvo apunto de alcanzar la sombra de Hamilton, pero se quedó a 289 milésimas del heptacampeón del mundo. Verstappen, por su parte y tras rozar las mieles del éxito, tendrá que conformarse con partir hoy desde la segunda fila tras acabar tercer en la calificación, justo por delante de Alexander Albon, que le acompañará en la parrilla de salida.
Lejos de los primeros puestos, concretamente desde el décimo quinto, saldrá Carlos Sainz. Durante la segunda clasificatoria el piloto de McLaren tuvo un incidente extraño a causa de una avería mecánica que obligó a la grúa a sacar de pista su monoplaza. De esta forma, el madrileño estará hoy obligado a remontar durante la carrera.