a carrera de Rafa Nadal no se puede entender sin París. Pues bien, tres semanas después de conquistar su decimotercer Roland Garros, el tenista de Manacor regresa a la capital francesa para disputar esta semana el Masters 1000 de París-Bercy que se disputa en pista cubierta y que no se le da demasiado bien. De hecho, este es uno de los dos torneos de este rango que no ha ganado aún y solo tiene una final en su palmarés, en 2007 ante David Nalbandián. "Este año llego mejor preparado que otras veces, en las que llegaba al límite de piernas", asegura Nadal. Además, esta edición, afectada también por la pandemia, tiene un aliciente especial y es que si el balear vence en segunda ronda a Filip Krajinovic o Feliciano López habrá alcanzado los 1.000 triunfos en su carrera en la ATP. Solo Jimmy Connors (1.274), Roger Federer (1.242) e Ivan Lendl (1.068) han alcanzado esa cifra antes.
"Juego por que me apetece jugar y porque entiendo que he jugado poco este año y creo que mi evolución ha sido positiva. He terminado el año y tengo la ilusión de seguir jugando. Con el equipo decidimos que era el calendario adecuado", añade Nadal, que no se siente en deuda con el Masters 1000 parisino. "Otros años he llegado con problemas físicos o simplemente mi nivel no ha sido tan alto como para ganar", comenta. Sin embargo, "ahora la situación es diferente. De fuerzas estoy bien. Ya veremos si soy lo suficientemente bueno ahora o no. El año pasado creo que lo era, pero llegué a semifinales", recuerda antes de un torneo que le puede permitie igualar a 35 títulos de Masters 1000 con Novak Djokovic, que este año se lo salta.
El serbio acudió al ATP 500 de Viena para asegurar el número 1 del mundo a final de año, lo logró y después dimitió en una derrota lamentable en cuartos de final ante el italiano Lorenzo Sonego. "Ya he hecho lo que tenía que hacer y estoy conforme. No tenía la energía necesaria", dijo para justificar su mala actitud en la pista, un episodio más de un año en el que Djokovic ha dado mucho que hablar en lo extradeportivo. La siguiente cita del de Belgrado, que quiere batir el récord de semanas al frente del ranking, será en las Finales ATP de Londres, que pese a las restricciones decretadas por el gobierno británico se mantienen del 15 al 22 de este mes, aunque sin público en el inmenso O2 Arena.
También faltarán en París-Bercy Roger Federer, aún en recuperación de su lesión, y Dominik Thiem, que dio muestras de cansancio en Viena, aunque estarán el resto de los Top 10 de un circuito que agota sus últimos cartuchos en este año tan especial. Solo esta cita, la de Sofia la semana que viene y las Finales ATP quedan para rematar el curso de la pandemia. En estas dos semanas antes de Londres, solo hay una plaza por adjudicar para la resolución de los ocho mejores entre el argentino Diego Schwartzman y el italiano Matteo Berrettini. Al margen de Djokovic y Nadal, también están clasificados Dominik Thiem, Daniil Medvedev, Stefanos Tsitsipas, Alexander Zverev y Andrei Rublev, que se impuso en Viena y logró su quinto título del año, más que nadie, en los doce torneos que ha podido disputar.
1.000 triunfos. Solo Jimmy Connors, Roger Federer y Jimmy Connors han alcanzado esa cifra que persigue Rafa Nadal en la historia del circuito de la ATP. El quinto es Guillermo Vilas, con 951.
Andrei Rublev. El joven ruso de 23 años es el primer jugador de su país que gana cinco títulos en un año desde que Nikolai Davydenko lo hizo en 2009. Con su triunfo en Viena, selló su pase a las Finales de Londres.
Novak Djokovic. El serbio concluirá el año como número 1 por sexta vez en su carrera y acumulará 292 semanas en la cima del ránking ATP. Su objetivo es llegar a las 310 de Federer, algo que espera lograr en marzo.
Roger Federer. El suizo no juega desde enero por una lesión en la rodilla y pese a sus 39 años ha asegurado en una entrevista que no se plantea la retirada y que espera estar listo para regresar, precisamente, en el Abierto de Australia de 2021 un año después.