MADRID - En pleno debate sobre la presencia de Gerard Piqué en la selección española después de defender el derecho de Catalunya a un referéndum con garantías o criticar la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado el pasado domingo, Sergio Ramos ha aprovechado la controversia para echar más leña al fuego y, de paso, jactarse de su españolismo con un gesto cargado de demagogia y escaso sentido del compañerismo. El capitán del Real Madrid subió a su cuenta de Instagram un montaje donde se ve el mapa de España con los colores de su bandera, rematado por la corona del escudo madridista y el siguiente epígrafe: “El capitán Sergio Ramos”, y dos poses suyas celebrando la conquista de la duodécima Copa de Europa del Real Madrid en Cardiff y un gol con La Roja.

En contraste a este descarnado oportunismo, los jugadores de la selección española que fueron interrogados sobre las circunstancias de Piqué optaron por arroparle. Eso hizo Thiago Alcántara, centrocampista del Bayern Múnich, que compareció ayer ante los medios de comunicación para destacar su “compromiso, la actitud y alegría de siempre” en una pretendida intención de buscar una normalidad que parece imposible. “Nos tenemos que dedicar a jugar al fútbol. No nos sirve de nada hablar, nos perjudica”, resaltó el exfutbolista del Barça.

Más contundente fue el centrocampista del Atlético de Madrid Koke Resurrección, quien pidió a los periodistas que se zanje el tema Piqué por cansino. “El ambiente de la selección dentro siempre ha sido el mismo, estamos más centrados en el partido ante Albania, queremos ganar y conseguir la clasificación al Mundial. Es en lo que nos centramos. Nos cansa el tema. Siempre con lo mismo. Somos profesionales y queremos jugar al fútbol. Es a lo que nos ceñimos”, aseguró en rueda de prensa.

Sin embargo arrecia la campaña que persigue la exclusión del central azulgrana de la selección española. En la portada de ayer en Marca se destacada en gruesas letras: “situación límite”, y en su interior titulaba: “La afición muestra su ira contra Piqué”. Otra muestra, en El Mundo: “Piqué dinamita la selección”.

el apoyo El jugador ya dejó claro que él no tiene la más mínima intención de marcharse de la concentración por mucho debate agrio que genere su presencia, salvo que se lo pida Julen Lopetegui o algún miembro destacado de la Federación Española de Fútbol.

El técnico guipuzcoano volvió a dejar claro, en su paseo nocturno por diversos programas deportivos en la radio, que cuenta con él. “He hablado con Piqué. Después de lo ocurrido quería saber cómo está anímicamente y si está al 100% mentalmente aquí. He visto bien a Piqué. Concentrado, motivado. Espero que vuelva cuanto antes la cordura, el buen rollo y el buen ambiente”, afirmó en El Partidazo de COPE.

Todavía con más claridad se pronunció el otro responsable de la hipotética defenestración, el presidente en funciones de la RFEF Juan Luis Larrea. “Piqué no se irá, seguirá en el equipo si no tiene ninguna lesión. El ambiente no está enrarecido. Estamos encantados”, dijo.

La animadversión y los insultos hacia el futbolista catalán durante el entrenamiento del pasado lunes en la Ciudad del Fútbol, en Las Rozas, no se repitió ayer porque la selección española completó su segundo entrenamiento sin la presencia de público. Poco antes de iniciarse la sesión, los jugadores le hicieron pasillo al portero del Athletic Kepa Arrizabalaga, que ayer cumplió 23 años.

La selección española se enfrentará a la de Albania el próximo viernes en Alicante y el lunes lo hará en Jerusalén ante Israel. Dos encuentros para sellar definitivamente su pasaporte para el Mundial de Rusia 2018.