vitoria - El deporte es una droga. Engancha. De hecho, buena parte de los deportistas siguen practicando alguna modalidad deportiva una vez que han colgado las botas en sus respectivas disciplinas. Unos pocos siguen con la suya, mientras que otros prefieren cambiar de aires y dedicarse a otras aficiones.
El caso de estos cinco deportistas no es ajeno a la regla general y todos ellos practican deporte y además se producen ciertas curiosidades. Por ejemplo, uno de los casos más reseñables es el de Lluis Codina. El catalán, retirado hace ya más de cinco años tan sólo ha disputado un partido de fútbol durante este tiempo. El que fuera jugador albiazul es un apasionado del monte, donde va a coger setas y también le apasiona la bicicleta y correr.
El atletismo también se ha convertido en la vía de escape de Joseba Beloki. Una vez retirado del ciclismo, el gasteiztarra es un asiduo de carreras populares, actividad que compagina en verano con las clásicas marchas cicloturistas.
Por su parte, Aritz Itxisoa es otro de los que ha cambiado de disciplina, aunque en su caso se puede decir que ha hecho un tres por uno, ya que el profesor de Marianistas, una vez colgado el dobok con el que competía sobre el tatami se dedica a hacer triatlones y con un nivel más que aceptable. Gen competitivo.
Algo que no ha perdido Aitor Pinedo. El pelotari es el Leonardo Da Vinci del deporte. Hace de todo. Si el artista florentino era un genio en múltiples disciplinas artísticas, el pelotari juega a un gran nivel a fútbol, pádel y corre. “Hago de todo”. Uno de sus secretos es que en el año 2006, cuando Dmitri Piterman apartó a Lluis Carreras de los entrenamientos del Alavés, Pinedo fue compañero de fatigas del jugador catalán y le ayudo compartiendo exigentes sesiones de trabajo físicas para que no perdiera la forma una vez que el ucraniano le levantara el castigo. De hecho, no era extraño verles juntos haciendo fartleck por el bosque de Armentia.
También los bosques y las zonas verdes son el espacio donde ahora Juan Pinedo practica deporte. Elexjugador de baloncesto ha dejado los pabellones cubiertos y el parquet por el aire libre y el césped del green ya que se ha aficionado al golf. Otro deporte. Todos enganchados. Es su droga. “Devoción”, como se sincera a modo de conclusión este maestro ya jubilado.. - B.L.