Melbourne. La lluvia caída en Melbourne convirtió en caótica una jornada en la que, tras numerosos retrasos, sólo se disputó la primera de las tres rondas (Q1) y se acabó aplazando la calificación para el Gran Premio de Australia que no se reanudará hasta horas antes de la prueba. El director de carrera, Charlie Whiting, anunció, finalmente, tras varias demoras, que la segunda y la tercera sesión (Q2 y Q3) de la calificación que ordenará la formación de salida de la primera prueba del año, cuyo horario se mantiene, tendrá lugar en la pista semiurbana de Albert Park seis horas antes de la carrera.
A diferencia de la primera jornada de entrenamientos del viernes, que se disputó en seco y en la que se emplearon los neumáticos superblando y medio, el tercer y último ensayo libre ya estuvo marcado por la lluvia, que forzó el uso de los extremos, en una sesión muy irregular que dominó el francés Romain Grosjean (Lotus).
La Q1, prevista inicialmente para las cinco de la tarde acabó arrancando media hora después, tras sufrir tres aplazamientos de diez minutos. Pero poco después de salir a pista los monoplazas, comenzaron los incidentes. El primero de los muchos que se produjeron lo protagonizó el holandés Giedo Van der Garde, que perdió el alerón delantero de su Caterham tras salirse de pista y chocar contra la protección. Lo mismo le sucedió a Massa, que también se salió de pista, al igual que el inglés Lewis Hamilton.
A unos cinco minutos para el final de la Q1, cuando las precipitaciones habían amainado, la inmensa mayoría de los contendientes entraron al garaje para cambiar al neumático intermedio, con el que el alemán Nico Rosberg (Mercedes) marcó el mejor crono, de un minuto, 43 segundos y 380 milésimas, 470 menos que Alonso, segundo en ese acto.
Pastor Maldonado (Williams) y el mexicano Esteban Gutiérrez (Sauber), debutante en la categoría reina, quedaron eliminados. Al igual que los dos pilotos de Caterham -el francés Charles Pic y Van der Garde- y los dos de Marussia -otro francés, Jules Bianchi, y el inglés Max Chilton-, que arrancarán desde las dos últimas filas. El resto se resolverá hoy, porque tras la Q1 volvió a llover en Melbourne. Y después de dos nuevos retrasos, de media hora y de veinte minutos, y con la escasez de visibilidad como nuevo problema en ciernes, sobre las siete de la tarde se decidió aplazar hasta el domingo el desenlace de la cronometrada principal.
El GP de Australia se resolverá con calificación y carrera en una misma jornada. Algo que, en F1, durante los últimos años, sólo había sucedido en Japón, en 2010 y en 2004. Ambas, en Suzuka. La primera, asimismo por lluvia. La segunda, a causa del tifón Ma On.