No es un libro solo para quienes viven o han vivido entre sus calles, pero es Mendoza el gran protagonista de Érase un pueblo, en blanco y negro, y en color. “Aunque no hayas estado allí nunca, creo que te puede resultar interesante”, apunta Estanis Iturricha Iturriaga. El escritor alavés afronta en su nueva obra un recorrido por personas, vivencias y hechos que configuraron el camino de la localidad durante el siglo XX, sobre todo a partir de la década de los años 40.
De hecho, el título de la obra quiere jugar con esa idea, a través de la referencia cromática, del pueblo tras la Guerra Civil “y las penurias económicas que se vivían” hasta llegar al más actual, al que se ve en color. En el presente, “es un pueblo que ha perdido algunas cosas pero que ha ganado otras, en comodidad sobre todo. Y cuando hay que ser solidario, la gente de aquí lo es. Además, en lo urbanístico no ha cambiado mucho, por fortuna. Cualquiera que resucitara de los años 40 lo reconocería hoy sin problema”.
“Quiero dirigirme también a las nuevas generaciones para que, de alguna forma, sepan de dónde venimos y a dónde queremos llegar”
Así lo explica Iturricha Iturriaga, quien también tiene claro que Vitoria “debería tener muy en cuenta a los pueblos que están a su alrededor. Espero que la juventud tome las riendas, vea de dónde venimos y sepa mantener lo que es realmente interesante”. En este sentido, apunta que la finalidad de este libro es doble. Por un lado, quiere “recuperar algunas cosas que se estaban perdiendo o que estaban perdidas”. Por otro, se busca “dar a conocer eso a las nuevas generaciones para que, de alguna forma, sepan de dónde venimos y a dónde queremos llegar. Es el legado de nuestros mayores, que ellos también dejarán cuando se vayan”.
Vida social y cultural
Justo en este arranque de agosto, el libro se está empezando a distribuir entre las bibliotecas públicas. Eso sí, no va a ser hasta el 12 de octubre cuando se haga la presentación oficial. La fecha no es baladí. Es justo la jornada en la que la localidad celebra sus fiestas y de ahí la elección.
Aunque la publicación ya es una realidad, se presentará de forma oficial el próximo 12 de octubre, coincidiendo con la fiesta del pueblo
En todo caso, sea antes o después, quienes se acerquen a estas páginas se encontrarán con “la vida social y cultural del pueblo durante el siglo XX, sobre todo a partir de los años 40. Todo ello aderezado con historias que han ido pasando de boca en boca”, a lo que se suman, por ejemplo, noticias aparecidas en los periódicos de cada momento. “Se hace referencia a muchas personas. Y no he cambiado los nombres. Incluso aparezco yo mismo en alguna de las historias”, sonríe.
El escritor destaca capítulos como los dedicados a la mujer rural – “una mujer que ha sido siempre denostada y olvidada, con muchos deberes y pocos derechos”–, al dialecto propio de Mendoza y ha hechos que marcaron al pueblo. “Llevo un par de años escribiendo este libro. Soy de allí, son mis raíces. Además, estas cosas me dan vida. La literatura, tanto escrita como leída, es como una tabla de salvación. Ana María Matute hablaba del faro salvador en momentos de crisis y de tormentas. Y así es”.
Por eso, mientras su nueva obra da sus primeros pasos, él tiene entre manos un libro de relatos inspirados en la vida actual, una publicación que, además, quiere mirar a la figura de Ignacio Aldecoa.