Por supuesto, 2025 arrancó hace ya dos meses, tiempo lleno de actividad para Artium. Pero es ahora cuando el museo, de manera oficial, arranca con su programa expositivo para el nuevo año. Lo hace trayendo de nuevo a la capital alavesa a la artista Inés Medina, que presenta en esta ocasión una mirada a un periodo concreto de su actividad creativa. Así se puede ver en Investigación analítica plástica. 1978-1995.
De su mano, el museo de arte contemporáneo pone en marcha una agenda que a lo largo de los próximos meses recibirá proyectos como Facing the Image de la cineasta belga Chantal Akerman, la tercera parte del programa sobre las prácticas educativas y el arte, y a artistas como Josu Bilbao y Marwa Arsanios. Son algunas de las propuestas que se sucederán en este 2025, aunque no los únicos, claro.
Recorrido
La exposición que ahora se presenta, y que se va a poder ver hasta principios de junio, aborda la investigación plástica de la artista Inés Medina (Cáceres, 1950) desde sus primeras experimentaciones monocromas, realizadas en 1978, hasta mediada la década de los años 90, coincidiendo con su viaje a Nueva York, donde permaneció los siguientes 15 años hasta su vuelta definitiva al País Vasco. Lo hace a través de 60 piezas pero también por otros elementos.
Organizado por series, el proyecto abarca las dos primeras décadas de su carrera, centradas en el ámbito de la abstracción geométrica y la introducción del ordenador en la investigación sobre la medida y la generación de imágenes, finalizando hacia 1995.
La muestra ofrece un recorrido exhaustivo por la obra de Medina, que participó en el debate con una generación de artistas vinculados a la tradición formalista vasca y que, a finales de los años 70 del siglo XX, se abrió al discurso y las prácticas artísticas internacionales. El suyo, según explican desde Artium, es un trabajo que defiende el arte como una herramienta de conocimiento de la realidad y que en gran medida ha permanecido en silencio para ser reivindicado con fuerza en la actualidad.
En esta exposición, la artista pone el acento en el proceso de una práctica que acompaña con la investigación teórica, la escritura y el psicoanálisis, en series puramente geométricas con títulos que aluden a la potencialidad de la imagen, uniendo arte, conocimiento y experiencia vital.
"Yo quería ser creadora, no era suficiente la representación", explica la artista cuando echa la vista atrás a aquella autora de 1978. Desde ese punto de partida, y desde la investigación de referentes tan alejados en lo temporal como Velázquez y Oteiza, entre muchos otros, empezó un camino, una primera etapa artística que es la que se refleja en una muestra comisariada por Enrique Martínez Goikoetxea, quien pone el acento en la importancia del proceso. Diferentes instituciones, como el Bellas Artes de Bilbao y San Telmo, han cedido obras para poder realizar este proyecto. "Pinto para aprender y ser quien soy", apunta la cacereña.