Patricia López Arnaiz, abonada a los premios

Acaba de salir de protagonizar Sacamantecas y ya le espera el rodaje de lo nuevo de Alauda Ruiz de Azúa, que viene de triunfar en los Feroz con su serie Querer. En nada, Los domingos empieza a tomar forma, además cerca de su casa. Pero en ese ir y venir, Patricia López Arnaiz tiene otra cita importante el próximo sábado.

Vuelve a estar nominada a los Goya, que se está convirtiendo en una maravillosa costumbre, y puede hacerse con su segundo cabezón tras el conseguido con Ane, también de David Pérez Sañudo como el filme sobre el asesino en serie alavés. Todo puede pasar. La competencia es dura, pero lo cierto es que la gasteiztarra ya consiguió por su labor en Los destellos la Concha de Plata en el pasado Zinemaldia.

Casualidades de la vida o no, tanto en el filme de Pilar Palomero por el que puede conseguir este nuevo galardón como en la última producción que Pérez Sañudo ha estado rodando en tierras alavesas (bueno, de hecho estos días se están haciendo las últimas grabaciones), López Arnaiz comparte pantalla con Antonio de la Torre. Él también está nominado por Los destellos. En su caso, en la categoría de mejor actor de reparto. Para la vitoriana puede ir del Goya a mejor actriz principal, que se va a disputar con Emma Vilarasau (Casa en flames), Carolina Yuste (La infiltrada) y Julianne Moore y Tilda Swinton (La habitación de al lado).

Segunda vez consecutiva

Esta es la tercera nominación a los Goya para López Arnaiz tras la mencionada Ane. La segunda consecutiva tras lo vivido hace justo doce meses de la mano de 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola. Todavía hoy se hace difícil entender cómo no lo ganó teniendo en cuenta la magnífica interpretación que hace en este filme. Pero también es cierto que la Academia, a pesar de los premios que sí le dio, trató de manera bastante injusta a la película de la realizadora laudioarra.

En aquella gala de 2024, la actriz vitoriana estuvo de milagro. Justo estaba representando en Madrid una obra de teatro, aunque pudo llegar a la gala. Claro que fue dejar la escena y volver a rodar cerca de casa otro filme, en este caso, Singular, de Alberto Gastesi, en el que comparte pantalla con un Javier Rey con el que hace casi cinco años ya rodó La cima, de Ibon Cormenzana.

Todos estos títulos son solo un ejemplo de la apretada agenda de una actriz que parece imparable. Además, habría que sumar sus papeles en televisión, que tampoco son pocos en este tiempo. Es más, cabe recordar que su primer gran galardón, el Ondas, le llegó gracias, precisamente, a un papel en la pequeña pantalla. En concreto, por La otra mirada. Aquella serie y su papel en la adaptación cinematográfica de El guardián invisible, Fernando González Molina, hicieron que su nombre saltara a la primera línea.

Camino de los 44 años que cumplirá el próximo 15 de abril, Patricia López Arnaiz parece que tiene la varita mágica de la interpretación. Pero, en realidad, detrás hay mucho trabajo y talento, muchas horas y esfuerzos, mucho saber hacer que se empezó a moldear entre las paredes de Ortzai. Pero también hay una persona amable, muy simpática y cercana, una sonrisa permanente, una mujer todavía más increíble que la actriz.