Sin casi poder contener la emoción y con una sonrisa enorme, Aroa Arrizubieta Barredo ha hecho historia en el Campeonato de Bertsolaris de Álava. En 2019 llegó a su primera final. En 2024 ha triunfado en un Principal rendido a sus pies. Su primera txapela está en sus manos, tras imponerse a Manex Agirre en la última parte del certamen. Eso sí, la diferencia entre ambos ha sido mínima.
Tras ellos han quedado, en este orden, Paula Amilburu (la otra gran triunfadora de la tarde y la que mayores ovaciones se ha llevado), Peru Abarrategi (el poseedor de la txapela hasta ahora), Asier Otamendi e Iñaki Viñaspre. Un peldaño por encima de todos ellos ha estado Arrizubieta, la primera persona nacida en este siglo (es de 2001) que gana la txapela alavesa.
Los seis han tenido que demostrar mucha habilidad para salir del paso de las diferentes temáticas que se han propuesto, sobre todo en el momento en el que sobre las tablas del Principal han aparecido Barbie, Asterix, Blancanieves... Aquí Paula Amilburu se ha llevado una de las grandes ovaciones de la tarde.
A partir de ahí, el abanico de ideas sobre las que trabajar ha sido de lo más variado, desde la aparición de unas fotos eróticas en el móvil de una ama hasta las cargas policiales en la pasada manifestación del 3 de Marzo pasando por otras muchas cuestiones.
Arrizubieta es la primera persona nacida en este siglo (es de 2001) que gana la txapela alavesa
A Aitor Jimenez Tolosana, Ekaitz Elorriaga Anduaga, Iker Elexpuru Lete, Fernando Sopelana y Patxi Aizpurua Garaialde –con Endika Jimenez Enbeita como secretario– les ha tocado valorar y puntuar a los participantes en un evento organizado por Arabako Bertsozale Elkartea y que ha estado presentado por Nieves del Alamo Gil, más allá de que haya sido Oier Suarez Hernando quien ha propuesto los temas de las distintas pruebas.
Puesta en valor
En su formato actual, el certamen ha asentado su camino con el nuevo siglo en marcha, sobre todo desde que se tomó la sabia decisión de celebrarlo cada dos años. Pero eso no quiere decir que haya que olvidar el pasado. Ni mucho menos. Es necesario tenerlo muy presente.
Por eso, durante toda esta edición se ha recordado que hace 40 años se llevó a cabo el primer campeonato alavés, una manera de recordar de dónde se viene y asegurar hacia dónde se va.
Por ello, en las manos del gasteiztarra Xabi Rico ha estado el encargo de entregar la txapela sobre las tablas del Principal a Arrizubieta, una manera más que significativa de ejemplificar el relevo generacional que el bertsolarismo está siendo capaz de hacer.
Todo ello en un teatro que ha disfrutado de lo lindo, que ha reído, aplaudido, gritado... en un centenario edificio del que han colgado pancartas de apoyo y en el que ha habido momentos emocionantes, chispeantes, reflexivos, tensos, divertidos...
La final ha regresado al teatro cinco años después. Tras la cita de 2019, ganada por Iñaki Viñaspre, fue imposible volver a causa de la pandemia y de los cambios que obligó a hacer en todo. Cabe recodar que la que ganó en 2022 Peru Abarrategi tuvo lugar en el Europa, a donde todo hace indicar que se volverá en 2026. Toca improvisar de nuevo y las obras de reforma del Principal, que empezarán en septiembre, obligarán a adaptarse. Pero eso ya vendrá.
Ambiente por todo lo alto
Lo cierto es que, sin desmerecer lo vivido hace dos años en el palacio de congresos, el teatro le confiere otro aire a la final y la de 2024 ha sido un claro ejemplo de ello. Antes de que las puertas del Principal se abrieran, ya se notaba que tocaba vivir un sábado de emoción y encuentro.
Un poco más allá de las cinco y media de la tarde, ha arrancado la cita con la presencia de los seis participantes en la final. Atrás quedaron las eliminatorias vividas el pasado otoño, así como los cuartos y las semifinales desarrollados este invierno, parte oficial en la que tomaron parte 18 bertsolaris.
Entre el público, ha habido muchos espectadores anónimos pero también caras bien conocidas como la actriz y bertsolari Edurne Azkarate. También estaba una de las grandes ausentes en el certamen de este año, Oihane Perea, cuatro veces ganadora.
Los bertsolaris han tenido que demostrar mucha habilidad, sobre todo cuando en el Principal han aparecido Barbie, Asterix, Blancanieves...
Antes de las nueve de la noche, la final ha bajado su simbólico telón. Atrás han quedado unas horas llenas de emoción, nervios, ingenio y disfrute. Delante, dos años cuya agenda arrancará en nada puesto que la llegada de la Korrika a tierras alavesas es inminente.
Después, el camino de Arabako Bertsozale Elkartea no parará. Por supuesto, con la celebración el año que viene del Campeonato Intercuadrillas, pero, sobre todo, con la labor que día a día se hace desde las bertso-eskolas del territorio. Ahí está el verdadero premio, el auténtico triunfo.
